Como ya se trascendió en todos lados, el gobierno de Alberto Fernández hasta al último momento intentó conseguir la foto con la Scaloneta en diciembre pero no pudo por la firmeza de los jugadores. Los de la Albiceleste, desprovistos de formación política pero con sentido común, le enseñaron que ambas cosas no se mezclan, precisa U24.
El presidente ya no sabe qué hacer ni qué frases utilizar para ganarse el apoyo del pueblo que sufre la crisis agravada por su gestión. En lugar de buscar soluciones y dar respuestas, el oficialismo decidió atacar al máximo tribunal de Justicia (CSJN) por el fallo de coparticipación a favor de CABA enviando un pedido de juicio político que muy probablemente se estanque en la comisión especializada.
Nadie sabe, a ciencia cierta, (él tampoco) el motivo de las últimas acciones de Alberto Fernández. Se sospecha que el FdT busca solo desprestigiar al máximo Tribunal e instalar la sensación de que todos los políticos son iguales en un intento por demostrar las supuesta connivencia entre funcionarios de JxC y voceros de la CSJN.
Este martes el presidente Alberto Fernández demostró su incapacidad de comprensión e insistió en usar a la Scaloneta para sus propios fines: destacar el trabajo de uno de sus ministerios. En un acto en el partido bonaerense de Avellaneda, regido por Jorge Ferraresi, ex ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, lanzó el Seguro Nacional de Bomberos Voluntarios para 58.000 bomberos y bomberas de todo el país.
Su oratoria habría pasado desapercibida si no hubiera recurrido otra vez al éxito de la Scaloneta y politizado descaradamente la victoria de los futbolistas argentinos. El presidente para elogiar el trabajo de Ferraresi en aquella cartera volvió a pegarse y a subirse al éxito de la Scaloneta.
Empezó: «Esto demuestra un poco lo que como enseñanza nos ha dejado nuestra querida Selección Nacional de fútbol. Si trabajamos todos en equipo, si cada uno hace su parte y si todos tenemos la idea de que tenemos un destino común que alcanzar, todo es más fácil de lograr».
Continuó: “Cuando creé el ministerio de Vivienda y el día que llegó Jorge a ayudarme, le dije: ‘Solo pensá en los que no tienen casa’. Y se fue habiendo inaugurado 70 mil viviendas y a fin de mes vamos a haber entregado 80 mil viviendas en Argentina».
Se fue dejando un equipo que funciona como la Scaloneta. Funciona muy bien. Y en esto quiero llamar la atención de ustedes, no todo es igual, no todos somos lo mismo. Creemos que el Estado tiene una importancia primordial para igualar allí donde el mercado desiguala
Triunfo oportuno para la política
Abundan los ejemplos de la utilización política del fútbol. Tras el éxito de la selección, la dirigencia política aprovechó ese estado de euforia albiceleste para sumarse, de algún modo, a la victoria.
Envueltos en la euforia le piden “paciencia”, “alivio” o “desconexión temporal” en medio de la gran crisis que sufre el país en un intento de postergar sus inquietudes e incertidumbres con las pésimas decisiones del oficialismo y la ausencia de un serio programa de gobierno de la oposición.
Cabe recordar que el presidente Alberto Fernández intentó tomarse una foto con Lionel Messi, Scaloni y el plantel en la Casa Rosada. Desde su entorno se habían comunicado con «Chiqui» Tapia previo a la final del Mundial Qatar 2022 para organizar los festejos pero no lograron convencer al equipo que mantuvo su sólida postura de no politizar la situación.
Otros políticos aprovecharon la seguidilla de triunfos que culminarían con la consagración como plataforma para su campaña. Como la titular del PRO Patricia Bullrich y el intendente de Lanús Néstor Grindetti.
Otros fueron menospreciados pública y admirablemente por la selección. En un video de la madrugada del lunes en que volvieron con la copa, se había difundido en las redes un video que se puede ver, a Tapia de guardaespaldas, formando una especie de muro, y a Messi gambeteando a Wado de Pedro, Ceriani, Florencia Carignano -Directora Nacional de Migraciones– y el resto de los funcionarios que lo estaban esperando en primera fila para saludarlo.