El expresidente y su esposa ingresaron al banco Santander ubicado en la Calle de Serrano al 57, en el exclusivo barrio de Salamanca, Madrid, a las doce y media del mediodía. En el video se lo ve a Fernández y a Fabiola realizando un trámite en el banco, en uno de los boxes de atención al público.
Según pudo confirmar Clarín, Fernández no tuvo ningún tipo de trato especial e incluso sacó turno al igual que otros clientes. La bancaria que lo atendió le pidió sus datos personales y le explicó qué necesitaban para abrirse una cuenta.
Salamanca es uno de los 21 distritos que tiene la capital española y uno de los más pintorescos. Desde su reconocida arquitectura española hasta sus cafés de especialidad y restaurantes de primer nivel. El alquiler de un departamento de 100 metros en ese barrio ronda los 2000 euros mensuales.
Si el ex presidente quisiera radicarse allí y comprar un departamento para Fabiola y el pequeño Francisco debería desembolsar entre 700.000 y un millón de euros. Es también una de las zonas más residenciales y seguras de la ciudad.
Fue el propio Alberto quién comunicó el pasado miércoles 21 de diciembre en su cuenta de X que estaba embarcando rumbo a España en un vuelo de Aerolíneas Argentinas. En el tuit, el expresidente menciona que iba solo a visitar a familiares para pasar las fiestas y que pronto iba a estar emprendiendo su regreso a la Argentina. Horas antes, ese mismo día que partía rumbo a Madrid, también usó sus redes sociales para criticar el DNU de Javier Milei.
“Estoy partiendo a España en vuelo de Aerolíneas Argentinas, nuestra línea de bandera, para reencontrarme con mi familia y pasar con ellos la Navidad y el Año Nuevo. Sigo en permanente contacto con los dirigentes de mi partido para hacer frente a los acontecimientos imperantes”, escribió Fernández.
La salida del ex presidente de la Casa Rosada estuvo teñida de polémicas. El último día de su mandato, el 9 de diciembre, publicó un DNU muy cuestionado en el que decretaba que el Estado debía garantizar la custodia de seguridad como ex mandatario fuera del país de por vida.
La medida incluía a ex vicepresidentes y sus familiares directos y sacaba a la Policía Federal de esa custodia, poniendo todo en manos de Casa Militar. Algunas versiones indicaban que eso había sido un reclamo de Cristina Kirchner, que no quería que sus movimientos estuvieran bajo la órbita de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.
El intento de beneficio duró menos de 72hs. Javier Milei lo derogó tres días después de asumir la presidencia.
Si bien Fernández ya había anunciado en los últimos reportajes que dio como Presidente que sus intenciones laborales eran, una vez culminado su gobierno, de dar clases en universidades españolas. Nunca aclaró en cuáles ni tampoco confesó sus verdaderas ofertas laborales.
«Tengo algunas propuestas para irme a España a volver a dar clases. Me parece que está bien que tome distancia. Felipe González decía que los expresidentes somos floreros chinos, porque somos valiosos pero no saben adónde meternos. Hay que dejar que el que llega pueda trabajar sin tener eso que uno tuvo desde el primer día, que fue el acoso permanente de no dejarnos hacer», había explicado sobre esa decisión de dejar el país a días de culminar su mandato.
Hoy, mientras la CGT se movilizaba con los movimientos sociales, y Juan Grabois reclamaba la presencia del Presidente del PJ Nacional en la marcha, que es justamente él, Alberto Fernández tenía otras preocupaciones. Abrir una caja de ahorro en euros y interiorizarse sobre cómo son las finanzas personales en Madrid, la que podría ser su nueva ciudad de residencia, aunque sea part-time. En la pared, un cartel del Santarder ya le daba la bienvenida: «Siéntete como en casa».