El Presidente lamentó los disturbios que se produjeron ayer en la Casa Rosada y señaló a la policía de la Ciudad: “Cerraron el paso de gente en la 9 de julio con una violencia singular”.
El descontrol que se produjo en la Casa Rosada durante el velatorio de Diego Armando Maradona quedará en el recuerdo como una triste postal de la despedida popular al mejor futbolista de la historia. Un día después de los violentos episodios que recorrieron el mundo, con una inédita invasión al palacio gubernamental, el Gobierno sigue tratando de esclarecer quiénes fueron los responsables.
En ese contexto, el presidente Alberto Fernández admitió que un grupo de barrabravas participaron en los desmanes y que tal vez debieron haberlo contemplado cuando se organizó el operativo de seguridad para contener la euforia popular. De todos modos, criticó “la violencia singular” que aplicó la Policía de la Ciudad cuando quiso interrumpir la fila de gente que estaba a la altura de la zona del barrio de Constitución, a la espera del ingreso en la Casa de Gobierno.
“Vinieron muchos hinchas de fútbol, mucha de esa gente exacerbada en su ánimo que solemos ver en las canchas de fútbol, a tratar de entrar de cualquier modo (…) Obviamente, mucha de la gente que entró en ese momento lo hizo con ánimo de hinchada de futbol, por decirlo de algún modo. Debimos haber previsto la presencia de barrabravas”, reconoció el jefe de Estado, quien aclaró que el Gobierno “no tiene contacto con ellos” y que investigará a los responsables.
“La verdad es que confiamos mucho en la conciencia social y quiero aclarar que la inmensa mayoría no participó de estos incidentes”, sostuvo en una entrevista en radio Con Vos.
En su análisis de lo ocurrido, el presidente precisó que fue a hablar con las barras desde el palco presidencial con un megáfono y que les dijo que “si se ordenaban iba a ser posible extender el sepelio y el velatorio” para que pudieran ver los restos de Maradona. Sin embargo, según su relato, “fue imposible” convencerlos.
“Tiraron abajo una puerta de la Casa de Gobierno. Hay cosas imposibles de prever cuando asoma la locura de un grupo de personas”, ilustró.
Alberto Fernández en el momento de desborde de los seguidores de Diego Armando Maradona en la Casa Rosada. (EFE/Demian Alday Estévez)
Consultado por la coordinación general sobre el velatorio, Fernández rechazó la crítica de la responsabilidad de la Casa Rosada en aceptar hacer un evento breve hasta las 16 de la tarde, a pesar de que se esperaría un aluvión de seguidores de Maradona para saludar su memoria.
“Algunos nos plantean esto como un dilema, yo no lo tengo. Es cierto que pusimos la Casa de Gobierno para un ídolo popular como no hubo otro, pero yo tengo que respetar a la familia, sus hijas y deudos lo que deciden hacer”, señaló Alberto Fernández. “Les había ofrecido hacerlo en un lugar abierto. No le atribuí la responsabilidad a la familia, yo solo respeté lo que pidieron”, apuntó.
Por otro lado, el mandatario se refirió al reencuentro que mantuvo con Cristina Kirchner por el homenaje, tras meses sin entablar diálogo directo, y negó que haya sido una reunión “fría”. “Nos reunimos con Cristina para revisar el tema del horario y lo hablamos con Claudia. Cristina estaba muy emocionada, le contó a Claudia que le había pasado lo mismo con Néstor y había que priorizar que la gente se despidiera, ahí es cuando se (propuso) extender a las siete de la tarde”, reveló.
Los planes de extender el velatorio, finalmente, fracasaron ante el clima enrarecido por los hechos de violencia en el Patio de las Palmeras. “Se hizo incontrolable por la presencia de estos personajes en la puerta que habían roto todos los protocolos de acceso que habían sido respetados por las miles personas”, lamentó Fernández.
Una de las personas afectadas durante la represión en la 9 de Julio. (Adrián Escándar)
Sobre el desenlace operativo de seguridad en general, el jefe de Estado dijo “Maradona nos excede a todos” y que “la gente iba a salir a las calles” a manifestarse de todas maneras al relativizar los incidentes en la puerta de la Casa Rosada. “Lo que pasó hubiera pasado en cualquier lado. Si nos encontramos con un grupo de violentos es muy difícil, sin embargo lo resolvimos”, señaló.
“Lo resolvimos muy rápido sin que hubiera balas de goma ni palazos, cerrando las puertas. El problema fue en la 9 de Julio, donde hubo una acción desmedida de la Policía de la Ciudad, es muy evidente”, dijo el mandatario, quien volvió a contradecir la versión de la Ciudad de que había dado la instrucción de que se interrumpa la llegada de más seguidores de Maradona hacia Plaza de Mayo.
“La Policía de la Ciudad cerró el paso de la gente y con una violencia singular”, concluyó.