El principal argumento para suspender las primarias era la cuestión sanitaria, pero quedó desarticulada con el comienzo del plan de vacunación contra el coronavirus. Así lo reconocieron cerca del Presidente. «Con la vacuna vamos a estar bien para las PASO», dijo un integrante del gabinete nacional involucrado en la cuestión.
Según publica La Nación el primero en poner freno a la iniciativa fue el presidente del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner. «No tenemos en agenda la suspensión de las PASO», avisó Cecilia Moreau, número dos del oficialismo en la Cámara baja. A ellos se sumó Juntos por el Cambio, que, pese a contar con el respaldo de los gobernadores radicales, como Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), también descartó acompañar el proyecto de ley que presentó el diputado Pablo Yedlin, hombre del gobernador tucumano, Juan Manzur.
El propio Fernández, en diálogo con los acreditados de la Casa Rosada, la última semana, se desentendió del asunto. «Es un tema del Congreso, hay que preguntar allá», respondió, lacónico, ante la consulta. El guiño que les hizo a los gobernadores el 5 de diciembre en un asado en la quinta presidencial de Olivos tras firmar el Consenso Fiscal 2020 ya era cosa del pasado. Una vez más primó el equilibrio para evitar sumar tensiones internas.
Los argumentos para presentar la iniciativa fueron el costo de la realización de las primarias -unos 13.000 millones de pesos, según cálculos oficiales- en medio de la crisis económica y que los comicios se darán en pleno proceso de vacunación contra el coronavirus. Solo queda abierta una posibilidad: que se complique la situación sanitaria.
Para que no haya dudas, desde el Ministerio del Interior, a cargo de Eduardo De Pedro, siempre mantuvieron vigente el plan original. El cronograma electoral se largará formalmente el 27 de abril con el cierre del padrón provisorio. Son 180 días antes de las elecciones de octubre. El 10 de mayo vence el plazo para la convocatoria a las PASO.
Así, pese a contar con el respaldo de unos 20 gobernadores -no estaban de acuerdo Axel Kicillof (Buenos Aires) y Horacio Rodríguez Larreta (CABA), distritos que representan el 45 por ciento del padrón electoral-, el objetivo de suspender los comicios de agosto quedó desarticulado. El gobierno nacional pone así fin a una discusión interna del Frente de Todos en momentos en que la atención se focalizó sobre la pelea por el control del PJ bonaerense entre La Cámpora y algunos intendentes peronistas.