La salud del Banco Central y de la economía nacional sigue preocupando a especializados en la materia. Es que la carrera electoral aceleró la caída de las reservas reales. Según estiman, las reservas brutas cayeron US$9.000 millones por pago de deuda, ventas del Tesoro y devaluación del yuan en el último mes. A su vez, advierten que la autoridad monetaria cuenta sólo con unos US$15 mil millones para enfrentar una corrida cambiaria, por lo que el FMI planea girar el 90% del crédito acordado con el Presidente Mauricio Macri.
Las cuentas no cierran por ningún lado. El escenario electoral está acelerando -como de costumbre- las especulaciones y la necesidad de cubrirse por posible pérdida de valor del peso argentino tras las elecciones.
Días atrás, Urgente 24 reflejó una información de Ámbito Financiero que vale la pena recordar: «expertos internacionales estiman que el BCRA podría quemar más de US$18.000 millones, o sea, la totalidad de las reservas netas» en corridas cambiarias de aquí a diciembre.
Actualmente, las reservas brutas con las que cuenta el Banco Central son de US$68.430 millones. Sin embargo, si se descuentan los dólares del FMI, lo préstamos del Banco Internacional de Basilea (BIS), el swap con China y depósitos en dólares en el sistema financiero, las reservas netas suman tan sólo US$15.100 millones. El resultado se desprende de números analizados por la consultora Macroview, que dirigen los economistas Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo.
Así las cosas, el FMI le permitió a Mauricio Macri intervenir el tipo de cambio para, al menos, conservar margen de gobernabilidad de cara a las elecciones. Es que si el Central pierde su capacidad de sorpresa en la City, pierde en parte su razón de ser. Por eso, no informar sobre intervenciones para frenar una corrida cambiaria fue leído como algo positivo.
A su vez, tras el desembolso de US$10.835 millones el pasado 8 de abril, el FMI evalúa completar el 90% del crédito Stand By antes de las elecciones de octubre para continuar con una salida ordenada de inversores financieros.
Según el economista Maximiliano Montenegro, el 15 de junio y el 15 de septiembre se desembolsarán unos U$S 5.400 millones, sumando un total de US$10.800 millones.
«De esa forma se completaría, antes de la elección del 27 de octubre, el desembolso de casi el 90% del total del crédito, unos US$51.000 millones en poco más de un año, desde junio de 2018», graficó.
A su vez, detalló: «Para el próximo Gobierno, sólo quedarán dos pequeños desembolsos. En 2020, unos US$3.900 millones que cubrirán los primeros vencimientos del préstamo del Fondo por 2.300 millones ese año, mientras que en 2021 sólo restará un desembolso de apenas US$2.000 millones, que sólo cubrirán una tercera parte del pago de US$6.000 millones que ese mismo año habrá que hacer al organismo.
En 2022 y 2023, los últimos dos años de gestión del próximo gobierno, llegará los dos grandes vencimientos a pagar de la deuda con el FMI: US$ 22.100 millones y US$ 23.300 millones, respectivamente».
Así las cosas, Argentina no cuenta con un horizonte de crecimiento en el corto plazo, pero no se trata de las figuritas presidenciales sino de la urgencia para renegociar la deuda e intentar generar dólares genuinos, mediante reformas estructurales.