El programa de asistencia al trabajo y la producción (ATP) asigna hasta el 50% del salario de un trabajador a empresas que vieron caer su facturación por la pandemia. Sin embargo, el pago de mayo impide a los empleadores operar dólares en la Bolsa y distribuir dividendos, por lo que se habilitó la opción de renunciar al beneficio.
Ante la demanda de empresas que no quieren quedar imposibilitadas de comprar dólares o distribuir utilidades a cambio de la ayuda estatal para el pago de salarios, la AFIP creó un formulario online para que los empleadores que recibieron la asistencia pública en abril puedan renunciar al beneficio en mayo.
Luego de que la primera edición del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que paga hasta el 50% del salario de empresas en problemas por el parate económico que genera la pandemia de coronavirus COVID-19, las condiciones para acceder al beneficio cambiaron: ahora las empresas que tomen ese dinero no podrán comprar dívisas ni siquiera en la Bolsa ni girar utilidades, entre otras trabas.
En un principio, las restricciones asociadas al programa ATP sólo se aplicaban a empresas de más de 800 empleados, pero dado que el 93% de los empleadores que solicitaron la ayuda eran empresas que no alcanzaban ese umbral, las condiciones cambiaron. Ahora, todos los que reciban fondos públicos para pagar salarios deberán atenerse a esas condiciones. Una de las principales preocupaciones oficiales es que la inyección de pesos que supone la asistencia por la pandemia no encuentre su camino a los dólares paralelos.
«Los que entraron al programa en abril no están sujetos a esas condiciones nuevas, pero si lo vuelven a tomar para el pago de los sueldos en mayo sí. Eso generó bastante inquietud, más que nada cambiaria, porque en este contexto financiero de tasas bajas e inflación alta las empresas no se quieren quedar sin la posibilidad de cubrirse ante una devaluación«, dijo Sebastián Domínguez de SDC Asesores Tributarios.
«Ante esa situación, tienen dos opciones. Renunciar al beneficio antes del final de mayo o, si realmente no pueden pagar salarios, tomar el beneficio y después devolverlo en forma anticipada en cuanto retomen la actividad», agregó Domínguez.
En «Mis solicitudes presentadas«, dentro del sistema de la AFIP, ahora los empleadores tienen la posibilidad de darse de baja del beneficio.
El programa ATP fue creado por el Gobierno como un paliativo frente a las medidas de distanciamiento social que forzaron a muchas empresas a detener o reducir sus actividades, con importantes caídas en sus facturaciones.
En abril, unos 250.000 empleadores recurrieron a ese beneficio para poder pagar salarios. Según datos que dio a conocer el Gobierno, el 93,4% de las empresas aprobadas en el programa tiene hasta 25 empleados y genera 39,6% del total de empleo registrado, mientras que apenas 0,1% de las firmas que lo solicitaron poseen más de 800 trabajadores en su plantilla y explica 12,7% del total de los trabajos registrados.
Además, las empresas que cuentan con una plantilla de entre 25 y 100 empleados representan 5,3% del total de beneficiadas por la ATP, en tanto sus trabajadores corresponden al 23,3% del total comprendido en los beneficios. Y por último, las firmas de entre 100 y 800 empleados son el 1,2% del total y 24,4% de los empleados registrados en el Programa ATP.
En esa primera edición, las condiciones para los empleadores con plantillas más pequeñas eran más laxas. Ni siquiera es necesario devolver los fondos recibdos.
Pero para este segundo mes, las restricciones empiezan a aparecer. Quienes tomen el salario complementario en mayo, el que se paga en junio, tendrán que esperar hasta 12 meses después del cierre del ejercicio actual para poder comprar dólares o distribuir utilidades. Si quieren hacerlo de todas formas, deberán devolver el monto cedido por el Gobierno ajustado por el índice CER (inflación) antes de librarse de esas trabas.
Además, la publicación de detalles de quienes percibieron el beneficio en abril sumó nuevas preocupaciones a los empleadores.
La continuidad de las empresas en el programa dependerá ahora mucho más de qué tan desesperada sea su situación, según Ezequiel Passarelli, especialista en impuestos y socio de SCI Consultores.
«Me parece que, en general (hay excepciones), la situación no está dada para que renuncien. El beneficio es muy grande. Salvo casos muy particulares y, más que nada para el caso de la compra de dólares por MEP o CCL (más que pago de dividendos). Que igualmente tiene Parking ahora. Así que, la operatoria se limita bastante. No se qué tan estable y confiable es comprar dólares, con el parking, en estos días», dijo el especialista.
«En última instancia, creo que las empresas van a pensar en devolver el beneficio (con más los intereses), más que en renunciar, si en el transcurso de los más de 12 o 24 meses (dependiendo la cantidad de empleados – más o menos de 800 -), tienen que comprar MEP, CCL o, en casos muy particulares (empresas multinacionales, me imagino), se ven obligadas a pagar dividendos», agregó Passarelli.