Si bien la salud mental y la alimentación parecieran no tener nada que ver, un estudio reciente dirigido por un experto de la universidad de Harvard señaló que determinados alimentos podrían tener una estrecha relación con la depresión.
Según reveló la investigación, a mayor consumo de alimentos ultraprocesados, mayor es el riesgo de tener depresión.
Los ultraprocesados son cada vez más frecuentes en las mesas de las familias y su relación con la salud mental debería ser una gran alarma en todo el mundo. Estos alimentos se relacionan con mayor riesgo de enfermedades como, obesidad, diabetes, colesterol alto, Alzheimer e incluso algunos tipos de cáncer.
Se trata de «formulaciones industriales principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, además de aditivos y cosméticos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos», explica la Organización Panamericana de la Salud.
En ese sentido detalla: «Estos productos están nutricionalmente desequilibrados. Tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados», agrega.
Depresión y ultraprocesados: cuál es la relación
El Dr. Andrew Chan, director del estudio que vincula el consumo de ultraprocesados con la depresión, explicó que «teniendo en cuenta el importante papel de la dieta en el estado de ánimo, no sorprendió encontrar esta asociación».
Chan además es vicepresidente de gastroenterología del Hospital General de Massachusetts y profesor de medicina en Escuela Médica de Harvard. Señaló sobre el estudio que los ultraprocesados están «altamente alterados, a menudo mediante procesos industriales como la hidrogenación» y este proceso aumenta las grasas trans en los alimentos y, las grasas trans, son un tipo de grasa dañina.
Cómo llevaron adelante el estudio y qué resultados reveló
Para llevar adelante este estudio y finalmente encontrar una relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la salud mental, los investigadores analizaron alimentos de granos «ultraprocesados», refrigerios dulces, comidas listas para comer, postres, salsas, productos lácteos procesados, refrigerios salados, carne procesada, bebidas y/o edulcorantes artificiales.
Una vez analizados los alimentos, observaron a 32.000 mujeres de mediana edad del Estudio de salud de enfermeras II entre 2003 y 2017. Ninguna tenía síntomas de depresión cuando empezó el estudio y más de 2.100 mujeres se les diagnosticó depresión cuando terminó.
Concluyeron después de casi 15 años de análisis que las mujeres cuyo consumo de alimentos ultraprocesados era un 20% superior, tenían un riesgo 50% mayor de depresión. «Cuantas más porciones de alimentos procesados se consuman al día, mayor será el riesgo de depresión«, afirmó Chan.
Además, detallaron que sólo el contenido de edulcorantes artificiales se asoció con un mayor riesgo de depresión, reseña el sitio especializado.
Por el contrario, aquellas participantes que redujeron el consumo de ultraprocesados también redujeron su riesgo de depresión.
De todas formas, por el momento no termina de estar claro cuál es el vínculo entre estos alimentos y la depresión. Chan consideró: «Los alimentos ultraprocesados se han relacionado con la inflamación crónica, lo que a su vez conduce a múltiples efectos adversos potenciales para la salud, incluida la depresión».
Asimismo, este tipo de alimento afecta los microbios intestinales, que «se han relacionado con el estado de ánimo a través de su papel en la metabolización y producción de proteínas que tienen actividad en el cerebro», explicó.
Finalmente, Chan recomendó: «Dada esta posible asociación entre los alimentos ultraprocesados y múltiples condiciones adversas de salud, siempre que sea posible, las personas pueden desear limitar su consumo de dichos alimentos. Este puede ser un cambio de estilo de vida que podría tener importantes beneficios, particularmente para aquellos que luchan con la salud mental».