Es por la decisión del Gobierno de dejar afuera del programa de financiación a los teléfonos celulares que son un emblema del régimen industrial sureño.
La industria de ensamblado de electrónicos de Tierra del Fuego transita horas de incertidumbre. Es así desde que el Gobierno Nacional anunció el relanzamiento del plan «Ahora 12» y «Ahora 18» y los celulares –producto emblema del régimen de promoción industrial fueguino– no aparecen en el listado oficial del programa. Eso podría hacer tambalear al sector, ya golpeado por la crisis de la pandemia y las restricciones al dólar.
La decisión de que los celulares sean los grandes ausentes en la nueva edición del Ahora 12 podría dejar en la calle a más de 1.400 trabajadores de las fábricas del fin del mundo.
Ese es el cálculo que realizó el diputado del PRO, Federico Frigerio, que es además consejero de Unión Industrial Fueguina (UIF) y en la UIA.
«Para minimizar la salida de dólares, el Gobierno evalúa sacar la telefonía celular del ahora 12 y ahora 18 porque no le quieren asignar el cupo de dólares que necesita este bien tecnológico esencial para sus materiales», sostuvo el parlamentario, que asumió en su banca el 10 de diciembre pasado. Y agregó: «De esta forma estarían en peligro 1.400 puestos de trabajo».
«No solo va a perjudicar el desarrollo de la industria fueguina, sino que también generará un incremento de precios a corto plazo por la falta de oferta de los celulares», expresó el diputado. «L único que hacen es sumar más incertidumbre al régimen industrial que va a afectar las inversiones en el mismo. Los trabajadores y la industria fueguina venimos haciendo un esfuerzo muy grande para ser competitivos, no tiremos todo este trabajo por la borda».
No solo manifestó su preocupación la política, sino también los empresarios. Directivos de AFARTE, la CAC y CICOMRA y también de las marcas más afectadas (Samsung y Motorola concentran el 90% del mercado), salieron a pedirle al Gobierno que se incluya a ese producto, al que consideran esencial en medio de la pandemia, dentro del Ahora 12 y Ahora 18.
«Los celulares han sido y serán un producto estratégico para mantener a la población conectada y comunidad. Argentina tiene una importante capacidad industrial instalada para la fabricación de los mismos, la cual como hemos marcado no se ha podido utilizar en su totalidad. Programas de fomento al consumo, como el caso de Ahora 12, impulsan la utilización de dicha capacidad, atentos a las limitaciones sanitarias, y serán fundamentales para asegurar el empleo y la reactivación económica luego de la pandemia», explicó la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA).
En una carta enviada por su titular, Roberto Capellan, al ministro de Producción, Matías Kulfas, y a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, afirman que dejar afuera a los teléfonos del programa sería no solo perjudicial para la industria, sino también para toda la cadena de venta.
Dicen que no solo caerá la cantidad de puestos de trabajo, sino también que subirá la informalidad y el contrabando de celulares, en otras palabras, el mercado negro de teléfonos. «El impacto no sólo en las fábricas, sino también en los retailers y la oferta a los consumidores sería negativa, toda vez que el acceso a los aparatos celulares será menos accesible para la población en general».
Desde el Gobierno explican que, a su entender, celulares se venden bien y que no requieren del estímulo del Ahora 12. Explican que, por otro lado, insume muchos dólares y una gran parte del esfuerzo fiscal de la totalidad del programa.