En los últimos meses los aumentos del rubro perdieron algo de impulso, pero siguen en niveles muy elevados. Remarcan que hay una caída en el consumo alimenticio.
Los precios de los alimentos volverían a incrementarse cerca de un 5% en junio, lo que suma una mayor presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC) y golpea –sobre todo- a las personas de menor poder adquisitivo.
Así se desprende de distintos relevamientos privados, que de todas formas dan cuenta de que los aumentos en este rubro pierden cierto impulso, aunque se mantienen en niveles muy elevados, según publica Ámbito.
El informe que realizó la consultora EcoGo, durante la primera semana del mes, exhibió que del mes, el precio de los alimentos presentó una variación del 1%.
“Con este dato y considerando una proyección de variación semanal de los alimentos del 1%, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en junio alcanzaría el 4,7% mensual”, señalaron desde la firma.
En caso de concretarse este dato, habría una leve desaceleración con respecto a la suba del 5% que -según las consultoras- tuvieron los alimentos de mayo.
Esto pareciera ser una tendencia en los últimos meses. Luego del pico de febrero, cuando la INDEC informó que los alimentos y bebidas subieron un 7,5%, este rubro comenzó un camino descendente (aunque manteniendo niveles muy altos). Fue de 7,2% en marzo a 5,9% en abril.
Según explicó Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, este fenómeno podría deberse a una caída en la demanda.
“Hay desaceleración porque no se puede convalidar semejante aumento con una caída fuerte de la demanda. Es imposible. El consumo masivo viene cayendo a una tasa del 8,4% y alimentos es una de las categorías que más cae. Entonces, evidentemente, venimos de una desaceleración, pero en un nivel muy alto», explicó.
Y continuó: »Alimentos nos dio una suba del 4,9% en el mes de mayo, supongamos que pueda descender a 4% en junio: es todavía un nivel muy elevado”.
“Hay una desaceleración con respecto del pico de la guerra, pero todavía sigue siendo una inflación elevadísima en alimentos, para el poder adquisitivo del ingreso de los argentinos. Es muy preocupante: porque está generando que el consumo alimentos en Argentina caiga y detrás de eso hay indigencia y pobreza”, agregó Di Pace.
En tanto, Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, señaló: “Creo que los alimentos perdieron un poco impulso. Creo que hubo un shock en la tercera semana de marzo, que fue cuando se dispararon muchos precios por el escenario internacional. De ahí en más, hubo una moderación».
»Y, si nos vamos un poco más atrás del conflicto bélico, en el verano, en enero y febrero los alimentos también subieron mucho afectados por el clima: por el calor y la falta de lluvia, las verduras -sobre todo- tuvieron fuertes incrementos. Después llegó la guerra en marzo y luego, un poco, ‘aflojó’”, sostuvo.
De todas formas, según analizó Tiscornia, durante la primera semana de junio “no se observó un cambio muy importante de ritmo”.
“Los alimentos siguen subiendo al 5% promedio, en comparación con la misma semana de mayo. Y diría que con aumentos bastantes generalizados: no hay una sola cosa que está subiendo, sube todo. También empiezan a jugar muchos factores, por el momento que ajustan Precios Cuidados, por ejemplo. Pero por ahora no veo un freno en el cortísimo plazo”, remarcó.
Por su parte Nicolás Pertierra, economista jefe del CESO, señaló: “Hay que ver qué ocurre con los precios internacionales. Ese es el único factor que veo hoy que puede acelerar todavía más los precios, un nuevo shock. Si es por la dinámica interna, ningún costo debería justificar una nueva aceleración”.
El economista aclaró, de todas formas, que “no deberían acelerarse, pero tampoco se ve nada concreto que reduzca la inercia de forma muy contundente”. “No hay ninguna política concreta para eso, solo ‘expectativas’ y es muy difícil. Entonces me parece que se mantiene esta velocidad crucero”, agregó Pertierra.
La inflación rondará el 5%
En este contexto, se prevé que la inflación general volverá a rondar en junio el 5%, un dato similar al que arrojaría mayo.
“Se ubicaría en 5,1%, continuando la tendencia a la baja presente desde el máximo registrado en marzo (6,7%, según el INDEC). Este aumento se ve impulsado por subas en tarifas de gas (entre 18,5% y 25%) y luz (16,5%), prepagas (10%) y colegios en PBA (8%)”, señalaron desde EcoGo.
Desde Ecolatina, siguiendo la misma línea, comentaron que “se ubicaría nuevamente por encima del 5%, donde impactará el aumento previsto de las tarifas de servicios públicos junto a otros precios regulados (como prepagas), en conjunto con el driver salarial, que se mantiene encendido luego de las negociaciones paritarias”.
“De esta manera, la inflación del segundo trimestre cerraría levemente por encima de la suba acumulada de los primeros tres meses (que fue 16,1%). De esta forma, la evolución del primer semestre deja un piso alto para el año: estimamos que la inflación cierre en torno al 70% i.a. en 2022, incluso proyectando una leve desaceleración de precios para los últimos seis meses del año”, concluyeron.