El centro de estudios sobre Energía Mosconi, recordó que YPF enfrenta una delicada situación financiera y que su razón societaria no tiene nada que ver con los cereales.
El Instituto Argentino de la Energía (IAE) «General Mosoni» lanzó este sábado un fuerte cuestionamiento a la expropiación de la cerealera Vicentin y su intervención a manos de YPF. En este sentido, el centro de investigaciones que preside el ingeniero Jorge Lapeña recordó que la misma petrolera de bandera enfrenta una delicada situación financiera en medio de la pandemia por estar «agobiada por un pesado endeudamiento» y su razón societaria «nada tiene que ver con la exportación de cereales».
A su vez, el comunicado del IAE Mosconi que señaló una inconsistencia entre el objetivo de la «soberanía alimentaria» y el medio elegido para alcanzarlo. Las exportaciones de Vicentin no forman parte de la mesa de los argentinos, sino de los insumos que usan otros países para la producción de proteínas de origen animal.
«Sin perjuicio de la ilegalidad que se le atribuye al DNU, del daño al sector agropecuario y del cuestionamiento que recibe el proyecto de expropiación anunciado, el I.A.E. Mosconi advierte sobre tres cuestiones relevantes de la medida anunciada», dice el comunicado. En primer lugar, señaló que involucrar a YPF la desvía «del objetivo estratégico para la cual fue creada: la exploración y producción de hidrocarburos y la de actuar como ‘empresa testigo’ en un mercado petrolero fuertemente concentrado que exige la protección de los derechos de los consumidores».
En segundo punto, recordó que todavía no está aprobado el Presupuesto Nacional del año 2020 y «es previsible que una erogación estatal importante para adquirir la Compañía pueda agrandar un déficit fiscal que se ve agudizado por los requerimientos de la Pandemia y la protección de sectores vulnerables».
Y en tercer lugar remarcó que «Argentina está inmersa en un proceso de renegociación de su deuda que podría verse impactado negativamente por este tipo de decisiones». En efecto, Vicentin es una empresa quebrada con deudas que superan los 1.300 millones de dólares y el gobierno les dice a los acreedores que no está en condiciones de pagar las deudas ya existentes al mismo tiempo que se decide a estatizar las deudas de la empresa en concurso de acreedores.
Por otra parte, elIAE Mosconi considera inconsistente y políticamente engañoso el argumento de la ‘soberanía alimentaria’ como causa de la expropiación de la empresa concursada». Según explicó las exportaciones argentinas se usan para la producción de proteína cárnica en sus países de destino y no afectan disponibilidad de alimentos en las meses de los argentinos. «Esa exportación provee a nuestro país de los dólares que su comercio exterior demanda y además provee al fisco de ingresos por retenciones que gravan las exportaciones, pero nunca han impedido la alimentación de los argentinos ni fomentado, ni aumentado la pobreza. Esta última y no otra, es la causa de las deficiencias de la alimentación de parte de nuestra población».
«En nuestro país hay graves problemas irresueltos que la pandemia ha puesto en primer plano: el hambre, el hacinamiento habitacional y la desigualdad de oportunidades, sin cuya resolución no habrá progreso con justicia. ¿En qué contribuye en la fase actual la confiscación de Vicentin para resolverlos?!, concluyó el documento que firma la Comisión Directiva del IAE Mosconi.