“Lo que te voy a decir es súper discriminatorio y lo sé”, dijo, y lo terminó siendo.
Patitas Glew es una ONG que tiene el propósito de salvar animales sin hogar o maltratados y darlos en adopción a familias responsables.
Eso pensaban que estaban haciendo cuando entregaron a Miranda, una perrita de pelaje negro, a su nueva familia.
Sin embargo, no pasó ni un día que la persona que la había adoptado avisó que la iba a devolver. “Mirá lo que te voy a decir es súper discriminatorio y lo sé”, comenzó diciendo el mensaje que llegó a Patitas Glew apenas unas horas después de haber entregado a Miranda.
“A mi mamá no le gustó Miranda porque es negra”, sentenció la persona que la había adoptado. Enseguida se defendió diciendo que “yo sé que no es una remera, pero mi mamá tiene la idea estúpida respecto a los colores y como el terreno es de ellos y la adopción es en conjunto me bajaron el pulgar”. Allí, justificó: “Por eso yo había preguntado por otra perrita”.
La ONG compartió ese fragmento de chat junto a un texto que señalaba la escasa posibilidad que tienen los perros color negro de ser adoptados.
“Lamentablemente el prejuicio social existe hasta en la hora de decidir a quién darle una oportunidad o no, es acá donde la mayoría son discriminados principalmente por tener el pelaje de color negro”, indicaron, y manifestaron con indignación que “realmente no nos entra en la cabeza cómo pueden existir este tipo de pensamientos con perros que solo buscan una oportunidad!”.
“Miranda es un ejemplo de muchas perras negras que pasan años enteros esperando familias y nunca son elegidas”, lamentaron.
Ese posteo se viralizó, obtuvo más de 68 mil likes en Instagram, y muchas personas comentaron apoyando a Miranda, lo que incrementó sus probabilidades de ser adoptada. Además, Patitas Glew aprovechó a compartir fotos de otros perritos con pelaje negro en adopción para concientizar sobre la triste situación que les toca vivir.
