Una ex boxeadora brasileña, de 34 años, fue detenida tras ser acusada de haber asesinado a golpes su esposo, un empresario suizo de 61. La mujer ya había estado detenida y un ex novio reveló que también fue víctima de su violencia.
La púgil, identificada como Viviane Obenauf y que se retiró de los cuadriláteros a finales del año pasado, fue arrestada por la Policía suiza después de que se la considerara como «la principal sospechosa» de la muerte de su esposo. La oriunda de Río de Janeiro se había casado con Thomas F. (el apellido no fue precisado por la ley de privacidad del país europeo) el 25 de enero y estaba viviendo con él en un departamento de la localidad de Interlaken. El pasado 19 de octubre, la fuerza de seguridad encontró el cuerpo sin vida del hombre, que se dedicaba a los negocios y tenía varios locales.
Después de dos meses de investigaciones, los fiscales decidieron detener a Obenauf y mantenerla bajo custodia hasta por tres meses, después de convertirse en sospechosa de matar a golpes a su marido de 61 años con un «objeto contundente», según la copia del informe policial que obtuvo el sitio web especializado «Boxingscene». Además, la Policía inspeccionó el gimnasio en el que impartía sus clases de boxeo la acusada, la casa, y el restaurante ubicado en el hotel Des Alpes, del cual Thomas era dueño. En el momento en que se comunicó el asesinato, detallaron que el deceso había sido a causa de «heridas graves» originadas con un objeto contundente en el marco de un «asalto violento sostenido».
La brasileña, que luchó por el título mundial de la categoría superpluma en tres oportunidades antes de retirarse, cuenta con una serie de antecedentes violentos. En 2016 fue detenida en una discoteca del Reino Unido por golpear en el rostro a un hombre que intentó propasarse con ella mientras festejaba su cumpleaños número 30. En aquella ocasión, pasó unas horas en la comisaría antes de ser liberada.
En tanto, el ex novio de ella, llamado Andrés H., contó que la carioca «tiene dos caras». «Viviane era muy celosa y siempre estaba haciendo drama. Una vez, en una discusión, me golpeó en la cara unas tres o cuatro veces. Fue allí cuando corté la relación. Quería que ella perdiera su licencia de boxeo. Era peligrosa y me pregunté: ‘¿Qué pasará la próxima?’», comentó.