Los senadores que lograron el rechazo de la legalización de la IVE podrán sentir que alcanzaron el objetivo. Incluso es muy probable que el próximo año, cuando según la Constitución puede volver a presentarse un proyecto que fue “desechado”, no avance fruto de la campaña electoral y porque todavía perdurará la actual conformación de las Cámaras parlamentarias. Sin embargo y ante la impresionante movilización que instaló el tema en la agenda política y hasta familiar, está más que claro que lo conseguido es apenas solo por ahora.
De acuerdo a lo que prevé la Constitución en su artículo 81 todo proyecto de ley que es “desechado” por una de las Cámaras solo podrá “repetirse” durante las sesiones del año siguiente. El inconveniente que prevé un nuevo intento es la continuidad de los actuales legisladores en sus bancas que complica la posibilidad de que se modifiquen los votos que se expresaron tanto en Diputados como en el Senado. Es más, en el ámbito parlamentario los años no siempre iguales y menos cuando hay un proceso electoral y eso es lo que se vivirá en 2019.
Los años electorales de por sí son complejos. Cuando se renuevan las Cámaras la actividad se resiente, disminuyen las sesiones y por lo general para guardar las formas los bloques acuerdan sesionar por temas que no sean urticantes como para no distraer el trabajo proselitista. A estas complicaciones el próximo año le suma la elección presidencial y de gobernadores por lo que es más que probable que la actividad en el Congreso llegue a su mínima expresión por lo que una ley como la del aborto, que exigirá un largo tratamiento y debate, es complicado que se arriesguen a intentar llevarlo al recinto.
Las próximas elecciones pero sobre todo el impacto que puede tener el apoyo o el rechazo al proyecto entre el electorado es uno de los argumentos no dichos de los senadores o senadoras que votaron en contra. Esta especulación la tienen en cuenta tanto los que tienen que renovar sus curules el próximo año como aquellos que aspiran a competir por la gobernación de sus distritos. Si esta fue la razón que los llevó a oponerse, entonces el próximo año ni siquiera les generará la menor duda. Con crudeza lo reconoció el senador por Tierra del Fuego, Julio Catalán Magni al sostener que “va a ser muy difícil que el año que viene este tema prospere, es un año electoral”. El fueguino votó a favor y tendrá que competir para renovar su banca el próximo año como tendrán que hacer los representantes de la Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta y Santiago del Estero. En los próximos comicios la Cámara de Diputados renovará la mitad de sus miembros y eso también hace prever que muchos piensen dos veces en sumarse a este tema.
El gobierno nacional, en tanto, presentará antes que finalice este mes el proyecto de reforma del Código Penal donde, se comenta, incorporará el fallo F.A.L. de la Corte Suprema que apenas despenaliza el aborto pero está lejos de ser suficiente (ver nota aparte).
Sin embargo, hay una realidad que no se puede obviar porque hay un cambio innegable en la sociedad y es que el movimiento de mujeres incorporó el aborto a la agenda política por lo tanto los especuladores tendrán muchos problemas para evitarlo y, como ocurrió durante décadas, no podrán barrerlo debajo de alguna alfombra.