Para los investigadores es muy llamativo que la víctima sufrió dos violentos robos en solo dos meses en un lugar donde estos hechos no son comunes.
No pasó desapercibida para los investigadores la forma en la que se produjo el homicidio del trabajador petrolero Cristian Pablo Rivera (40), y la saña con la que fue atacado. La totalidad de la planta alta de su casa fue revuelta, por lo que en primer momento se pensó en un robo. No obstante quienes pudieron entrar a la casa dijeron que la forma en que todo fue revuelto, según informa el diario Crónica.
En cuanto a la forma en que lo mataron, la agresividad del ataque es muy llamativa y no se condice con lo que pasaría en un robo, por muy violento que este fuera. Fuentes cercanas a la investigación le confirmaron a Crónica ayer que la policía secuestró en la casa de la víctima un hacha que podría ser el elemento con el que lo golpearon en la cabeza. Esa hacha de mano presenta algunas manchas presuntamente hemáticas, pero las pericias aún no determinaron si son de sangre y si coinciden con la víctima.
Rivera era un encargado de turno en la empresa petrolera AESA, contratista de YPF y era una persona muy querida en su círculo. No tenía conflictos con vecinos ni personas cercanas, ni en su trabajo. Se presume que no manejaba grandes sumas de dinero, más allá de las sumas comunes que manejan en el sector petrolero.
No obstante, para los investigadores es muy llamativo que en dos meses entraron a su domicilio y le robaron con mucha violencia, en un lugar donde no es común este tipo de hechos. Por el momento no se descarta ninguna hipótesis y los investigadores trabajan arduamente buscando al o los sospechosos del violento homicidio, sin mayores resultados a la fecha.