Mientras Vaca Muerta ofrece la única luz de esperanza en medio de la «tormenta» económica sumando proyectos que parecían una fantasía hasta ahora, y los funcionarios hablan incluso de planes de exportación en materia hidrocarburífera similares a los del sector agropecuario en cantidad, el INdEC arroja una baño de realidad: la importación de combustibles sigue en importante aumento.
Según publica urgente24.com, en el actual contexto económico, solo Vaca Muerta da buenas noticias. Incluso, mejores que las esperadas. Su crecimiento viene superando las expectativas y avanza a un ritmo tan rápido que ya se están evaluando proyectos de infraestructura que hasta hace pocos meses parecían un cuento chino.
Esta semana sumó su trigésimo segundo proyecto de hidrocarburos no convencionales con la «sesión de explotación del área Coirón Amargo Sur Oeste a la empresa provincial Petróleos del Neuquén (GyP), que actuará en asociación con O&G Developments LTD SA (grupo Shell) y Apco Oil&Gas Internacional», según publicó el diario ‘La Mañana de Neuquén’, que le puso fecha a este suceso, el día martes, el mismo en el que una huelga general supuestamente «paraba el país».
Afirma que la subsidiaria de la gigante angloholandesa asumirá el 80% de la sociedad y estará a cargo de las operaciones en el área, mientras GyP y Apco se repartirán en partes iguales el 20% restante de la propiedad de la empresa.
El compromiso piloto para Coirón Amargo Sur Oeste consiste en la perforación de tres pozos, que, junto con las instalaciones de superficie, requerirán una inversión de US$35 millones.
Con esta concesión, la Provincia suma 32 proyectos de shale y tight no convencionales en los cinco años que se cumplieron desde que se decidió la explotación de Vaca Muerta, en 2013, con el desembarco de YPF y Chevron en Loma Campana.
La etapa piloto de los 32 proyectos concesionados significa US$8093 millones de inversión y la perforación de 546 pozos. Se especula que el paso a desarrollo de los 32 pilotos implicará inversiones por US$156 mil millones, con la perforación de 11.200 pozos. Se denomina piloto a la fase de exploración de cada área, que pasa a desarrollo cuando se decide avanzar de lleno en la explotación.
Mientras tanto, el gobierno provincial festeja el hecho de tener buena parte de sus ingresos atados al dólar, la moneda de referencia del petróleo en particular y la industria hidrocarburífera en general.
«Las inversiones son posibles gracias a la previsibilidad jurídica y económica de la provincia», exagera un poco Omar Gutiérrez al anunciar la puesta del plan piloto en Coirón Amargo Sur Oeste. Esa previsibilidad «redunda en más producción y más trabajo para los neuquinos», sostuvo renglón seguido el mandatario provincial.
«Neuquén continúa generando este gran polo de desarrollo energético, industrial y económico que es Vaca Muerta. Representa una oportuni dad tremenda, que ilumina el desarrollo energético de Neuquén, Argentina y América Latina», enfatizó el gobernador.
Ocurre en verdad que la crisis cambiaria y la conducción del Gobierno en materia petrolera durante la misma determinaron un freno en los planes de inversión previstos para Vaca Muerta. Hay al menos 10 proyectos parados a la espera de las definiciones de Energía respecto del otorgamiento del subsidio al gas previsto en la resolución 46 de Energía.
El horizonte de las inversiones en Vaca Muerta tuvo dos instancias: desde la avanzada en Loma Campana hasta el final del kirchnerismo se avanzó hasta superar los US$5 millones de inversión en 2015, con números crecientes a partir de 2013.
Luego, con el traspaso del poder al macrismo, las inversiones en la formación neuquina experimentaron una depresión en 2016 y una recuperación en 2017 hasta el primer trimestre de este año. Des de entonces, las productoras están agazapadas a la espera de las nuevas reglas para los negocios hidrocarburíferos que reemplazarán a las que impuso el ex ministro Juan José Aranguren y fueron arrasadas por la crisis cambiaria.
El proyecto Coirón Amargo Sur Oeste, que será operado por una subsidiaria de Shell, está orientado a la producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta. Los pozos tendrán una rama de 2000 metros y 20 etapas de fractura. Cabe recordar que en 2015 el promedio de rama horizontal de los pozos era de 1000 metros.
Si bien el promedio de duración de la etapa piloto es de cuatro años, en esta oportunidad se logró reducir dicho plazo. La etapa piloto de Coirón Amargo Sur Oeste demandará dos años. Entonces, las empresas asociadas para la explotación decidirán si avanzan en el desarrollo masivo de la extracción de shale oil. La inversión prevista para la primera fase llega a los US$35 mi llones, mientras el desarrollo demandaría US$1100 millones.