La mujer llegó desde Buenos Aires para trasladar el cuerpo de su hijo, quien el viernes último fue aplastado por el tráiler que no estaba anclado al suelo del cerro Chenque.
Gabriela Barrionuevo es la madre del empleado de seguridad de 30 años que falleció el viernes después del accidente que sufrió en la obra del aterrazamiento del cerro Chenque.
Su madre denunció abandono de persona porque “la empresa nos dejó tirados, no nos dio ni un vaso de agua. Nosotros somos pobres, yo no trabajo y tuve que venir de Buenos Aires a buscar el cuerpo de mi hijo. Nadie me dio respuestas ni tampoco nos ayudó”.
Este martes la señora Barrionuevo concurrió al edificio del Ministerio Público Fiscal, donde le informaron que “recién ahora la causa tiene fiscal”. Por otro lado, Gabriela afirmó que el tráiler no estaba atado al piso y es todo materia de investigación, cuentan con las grabaciones y fotografías”.
Ya los primeros peritajes de la Policía Científica constataron que el tráiler “se encontraba sin anclajes y/o cables de sujeción, el mismo es un módulo tipo habitacional que es alquilado a la firma Bassani, donde el empleado de seguridad tiene su puesto”, indica el informe policial.
El viento rompió la estructura del aire acondicionado y el vigilador, junto a un operario iban a cortar la energía para evitar accidentes. El operario entró al tráiler y en esos momentos las fuertes ráfagas dieron vuelta la estructura que aplastó al vigilador. El accidente laboral quedó registrado en las cámaras de seguridad de la empresa encargada de la obra.
La madre del joven afirmó que “ellos tienen la culpa, mi hijo avisó ese mismo día, una hora antes de que el tráiler se movía y nadie le hizo caso. Al rato se dio vuelta el tráiler y los aplasto”.
La mujer agregó que “ni la ART ni la empresa se quiso hacer cargo, esto es abandono de persona, lo único que quiero es llevarme a mi hijo”.
A Horacio “no me lo van a devolver y me lo dejaron tirado. Él cumplía su trabajo, era una buena persona, ahora lo trasladamos de manera particular a Buenos Aires”, concluyó la madre del vigilador.