La principal estrategia elegida para afrontar la crisis es la reducción de gastos, la utilización de ahorros y recurrir a la ayuda de familiares
Un informe titulado «La vida en cuarentena: Sentimientos, salud y economía» incluye la opinión de unos 3.500 argentinos de los principales centros urbanos y destaca que la pandemia del Covid-19 y el aislamiento social obligatorio «han tenido un significativo impacto psicológico, especialmente en el trípode emocional-cognitivo compuesto por incertidumbre, preocupación, y ansiedad».
«La gente manifiesta tener más preocupación, incertidumbre, ansiedad, miedo, pánico, depresión y pérdida del sentido de la vida que lo que señalaba a los 10 días del aislamiento social obligatorio», detallan al comparar esta última medición (21 de abril) con la anterior (2 de abril), ambas realizadas por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la UBA.
El informe alerta que los niveles de ansiedad, depresión y pérdida del sentido de la vida encuentran su punto más alto en los jóvenes de 18 a 29 años, indica el diario Clarín.
En primer lugar, lo que quita el sueño es pensar en los efectos de la pandemia sobre la economía general del país, con un grado de preocupación que fue calificado de 8,3 sobre 10. Le siguen, los efectos que pueda generar a nivel personal y familiar, tanto en la salud como en la economía (ambos 6,9 sobre 10).
La relación salud/bolsillo cambia para los distintos niveles socioeconómicos. En ese sentido, la clase baja manifestó tener más preocupación por la economía personal/familiar (calificada en 8,1 sobre 10) que por su salud y la de su entorno (7,3 sobre 10).
En líneas generales, el 77% de los encuestados cree que la pandemia tendrá efectos «muy negativos» en su economía personal. Y el 60% estima que será tan profunda, que le hará muy difícil seguir con los proyectos de desarrollo personal y familiar que tenía hasta hoy, agregó el matutino.
Respecto al futuro laboral, a los argentinos les preocupa que se reduzcan sus ingresos (35%), que haya escaso trabajo para su profesión u oficio (35%) o incluso perder el empleo (21%). También piensan en el futuro de los hijos, en los cambios radicales del nivel de vida familiar, y en la situación de las jubilaciones.
«Se destaca el temor a no poder continuar con el trabajo (profesión, oficio o comercio) que realizaban hasta antes de la crisis. Lo cual, además de constituir una dramática pérdida en lo económico, también conlleva una profunda y dolorosa pérdida de la identidad laboral y, por ende, un impacto muy negativo sobre el sistema de personalidad», analizan los psicólogos a cargo del informe.
En cuanto a lo que podría denominarse «estrés de recursos»; es decir, cuánto tiempo puede sostenerse la economía personal o familiar hasta llegar al agotamiento, los resultados recogidos son preocupantes: dos de cada tres trabajadores independientes manifiestan que tienen recursos económicos sólo para un mes. El 47% de los trabajadores en relación de dependencia señalan que sus recursos alcanzarán para uno o dos meses.
La principal estrategia elegida para afrontar dicha crisis es la reducción de gastos (la señalan 7,4 de cada 10). En orden decreciente, le siguen: la utilización de ahorros, recurrir a la ayuda de familiares o amigos y vender bienes muebles. Solo una pequeña proporción (7%) apelaría, para paliar la situación, a la solicitud de créditos bancarios o de entidades financieras.
Ante este panorama, la pregunta del millón: ¿Cuánto durará la pandemia? Un importante porcentaje de la población (44%) estima que se extenderá todo el 2020 y parte del 2021. En detalle, un 21% cree que estará entre nosotros de 7 meses a 1 año, mientras que un 23% estima que durará más de un año.