El Fondo Monetario Internacional autorizó al Gobierno a implementar un restringido mecanismo de ventas diarias de dólares para intentar contener el impacto de la persistente salida de capitales sobre el tipo de cambio. La capacidad de maniobra adicional habilitada por el organismo multilateral permite al Tesoro vender 9600 millones de dólares hasta fin de año a través de subastas diarias de 60 millones de dólares. Las ventas que comenzarán en abril apuntan a reducir la volatilidad cambiaria y aliviar el torniquete monetario que, a pesar de los sucesivos aumentos en las tasas de interés, probó ser insuficiente para aplacar la creciente demanda de dólares. La medida fue presentada desde Washington por el titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne.
El funcionario, que antes de realizar el anuncio se reunió con la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, enfatizó que se trata de una medida fiscal. La operatoria se conjuga con el programa de austeridad ya que implica financiar gastos en pesos mediante el uso de deuda en dólares.
Los detalles de la medida no fueron comunicados de manera oficial sino que se anunciaron en sendas entrevistas publicadas por Clarin, La Nación e Infobae. “Vamos a vender dólares al tipo de cambio vigente en licitaciones diarias. Cuando hay una operación cambiaria, hay una influencia sobre el mercado cambiario pero el objetivo de la operación no es alterar el tipo de cambio. El objetivo es convertir dólares a pesos”, expresó Dujovne. “Garantizamos la estabilidad macroeconómica de la Argentina”, aseguró el funcionario desde la capital estadounidense. Los economistas consultados por Página 12 advierten que el esquema no ofrece la discrecionalidad necesaria para frenar una posible nueva corrida cambiaria.
El uso de los dólares acumulados por el Tesoro a partir de los desembolsos del FMI y, en menor medida, las colocaciones de Letes en dólares ya era parte de la estrategia financiera anunciada por el gobierno. Dujovne ya había recurrido al mismo mecanismo a lo largo de 2018 cuando abasteció el mercado con los dólares del préstamo del Fondo. Para este año restaba conocer la magnitud y el mecanismo para esas operaciones. En otras palabras, faltaba el visto bueno del FMI. La renovada turbulencia financiera aceleró los tiempos.
La negociación tuvo lugar durante la misión del organismo que supervisó el cumplimiento del programa el mes pasado. La visita a Lagarde ofreció un empujón político adicional. Resta el visto bueno formal del Directorio del FMI que debe habilitar el cuarto desembolso del préstamo por una suma cercana a los 10.800 millones de dólares. Desde el Palacio de Hacienda indicaron que el caso argentino será analizado durante la última semana de marzo. El informe elaborado por el staff, que será utilizado como insumo para ese encuentro, contempla el esquema de subastas de dólares del Tesoro.
El programa de ajuste y reformas comprometido por Argentina para acceder al crédito del FMI restringió los grados de libertad para implementar políticas económicas. Cualquier cambio que implique un desvío en los términos del acuerdo requiere una autorización desde el organismo multilateral. El limitado y acotado mecanismo para aumentar la oferta de dólares autorizado por el Fondo no modifica el esquema de libre flotación cambiaria entre bandas adoptado por el Banco Central. La regla asumida permite que el tipo de cambio se mueva hasta 30 por ciento en una jornada sin permitir la intervención de la autoridad. Entre el piso y el techo que se actualiza todos los días existen casi 11 pesos de diferencia (hoy entre 38,98 y 50,45 pesos). “Lo que va a anunciar el BCRA en algún momento es a qué ritmo ajusta el movimiento de las bandas”, adelantó Dujovne antes de que el presidente del Central, Guido Sandleris, anunciara una serie de modificaciones para el esquema de bandas.
Como sucedió durante el encuentro con Lagarde, el funcionario reiteró su optimismo sobre la actividad. “Pensamos que el piso en términos de actividad lo vimos entre fines de noviembre y principios de diciembre. A partir de ahí ha empezado una gradual recuperación, muy lenta”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda.