Así lo definió la concejal comodorense de Juntos por el Cambio, Ana Clara Romero, que insistió con la necesidad de que el Estado garantice las clases presenciales.
Ana Clara Romero tomó la palabra en el Concejo Deliberante de Comodoro para volver a defender las clases presenciales.
En su exposición citó las palabras del infectólogo Jorge Brugna, que desde el comienzo de la pandemia supo explicar los alcances del virus y las medidas necesarias a adoptar según el contexto epidemiológico de la provincia y la ciudad.
El pasado viernes había dicho en diálogo con diario Crónica que “Estadísticamente lo que muestran la mayoría de los estudios es que la escuela abierta no genera un número de casos que promueva la pandemia o que promueva el brote epidemiológico. En la provincia y en Comodoro han aumentado los casos pero no tenemos un escenario como el de Capital Federal, en consecuencia estoy de acuerdo con la decisión tomada por el ministro de Salud y la ministra de Educación –de Chubut- para que las clases sigan siendo presenciales”.
Posteriormente -siguió citando Romero- Brugna insistió “sigo sosteniendo que la herramienta más valiosa que tenemos para disminuir el impacto de esta segunda ola que viene de grandes centros urbanos, es que nosotros podamos cumplir con las normas básicas que ya conocemos: usar barbijo adecuadamente, estar a dos metros de distancia y ventilar los ambientes. Yo diría que estas son las tres más importantes”.
Amparándose en esas declaraciones del infectólogo, la edil de Juntos por el Cambio afirmó que “las decisiones deben tomarse en función de las evidencias y datos, es por eso que nos remitimos a estas declaraciones y estas estadísticas que han sido estudiadas no solo en nuestra ciudad sino en el resto del país y del mundo”.
En tanto, contextualizó que “7 de cada 10 niños son pobres, no podemos pensar que los niños que no están yendo al colegio están conectados calentitos en sus casas. Tenemos que pensar que muchas veces están dando vueltas en las calles, donde están al cuidado de diferentes personas”, por estos motivos “termina generándose también mayor circulación que si estuvieran en las escuelas con protocolos y protegidos”.
“Es injusto que las escuelas con protocolos y los niños terminen asumiendo las consecuencias de una sociedad que no es respetuosa de esos protocolos”, criticó Romero. “Por eso es importante cuidarnos con el uso de barbijo, distanciamiento físico y ventilación. Porque esa es la mejor manera de cuidar no solo a nuestros niños sino también la educación, actividades económicas y salud”, aseveró luego.
Enseguida puso los puntos al decir que “no puede haber una discusión sobre abrir o cerrar los edificios escolares, no puede ser una discusión ideológica, no puede ser una discusión partidaria, nadie puede estar en contra de que los chicos estén en los colegios estudiando”.
Y cerró sosteniendo que “todo argentino que privilegie los Derechos de niños, niñas y adolescentes, que crea en el progreso y la igualdad de oportunidades debería estar de acuerdo que los mayores esfuerzos deberían estar dirigidos a que nuestros chicos estén en las escuelas, en las aulas, y contenidos”.