El mercado laboral continúa motorizado por modalidades de trabajo precario. Es que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) el 70% de los nuevos puestos creados el año pasado fueron en negro o por cuenta propia.
Según un informe del organismo dado a conocer ayer, en 2017 hubo 20.297.000 puestos de trabajo, un 1,5% más en relación al 2016. Sin embargo, de los 304.000 nuevos puestos, sólo 155.000 fueron asalariados formales, en tanto se sumaron 60.000 no registrados y otros 148.000 bajo el esquema de cuentapropistas.
De esta manera, los «puestos de trabajo no asalariados» fueron los más dinámicos, con un incremento del 3,1%, impulsados por las changas y empleos precarios, que llegaron a 4.937.000. Por su parte, en el sector asalariado el avance fue del 1% (alcanzaron 15.359.000), con una suba del 1,3% en los no registrados (4.696.000) y de sólo 0,9% para el sector que está blanqueado, que suman 10.663.000.
Los datos oficiales muestran que casi el 48% de los empleos se dan en modalidades diferentes a las del asalariado formal registrado.
En cuanto a las cifras del cuarto trimestre, arrojaron un alza de los puestos superior ya que fue del 2,5% en relación al mismo período de 2016, una diferencia de 507.000, de los que sólo 127.000 (+1,2%) fueron asalariados en blanco. Es decir que representaron sólo el 25% de los nuevos empleos, ya que mientras tanto los que están en negro se incrementaron en 157.000 (+3,3%) y los cuentapropistas en 222.000 (+4,5%).
Consultado respecto a este tema, el economista Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), planteó que «esto es algo que se ve desde el 2012 con el estancamiento de la economía», por lo que resaltó que en 2018 «se va a crecer por segundo año consecutivo» y eso podría cambiar la dinámica del empleo y que los asalariados formales puedan volver a traccionar.
Para Colina, el mayor dinamismo de modalidades de empleo más precarias o en negro tiene que ver también con los sectores que más están moviendo la economía, como «la construcción, y los servicios empresariales e inmobiliarios», puntualizó el experto.
Por otro lado, el informe también estima el porcentaje del producto que se llevan los asalariados, que llegó a 50,8% en 2017, apenas dos décimas por arriba del año previo. El ingreso mixto bruto se llevó el 11,3% y el excedente de explotación bruto fue del 40% del PBI.
«En la desagregación por sector, dentro de la industria se ve una mejora en la participación de la masa salarial dentro del valor agregado bruto que pasa de 43,1% en el cuarto trimestre de 2016 a 44,3% en el cuarto trimestre 2017. Esto podría dar un impulso en la demanda agregada, dado que es un sector mano de obra intensivo donde se registra un aumento tanto en los puestos de trabajo como en la remuneración promedio», evaluó la consultora ACM en un reporte, aunque aclaró que «el excedente bruto de explotación cae 6,2% en términos reales y eso podría afectar a la demanda de bienes de capital».