Una despedida a toda orquesta. El último día de trabajo del ahora ex banquero central fue de los más tensos en materia cambiaria desde que gobierna Macri. La divisa avanzó sin freno hasta 28,44 pesos, tras conocerse que el FMI exige la libre flotación del dólar.
Tras conocerse las condiciones del acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario, el dólar se desbocó. La divisa sumó ayer 1,71 pesos y alcanzó un nuevo record de 28,44 pesos. Esta nueva corrida, la segunda en un mes, le costó el puesto al ahora ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, reemplazado en el cargo por el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo (ver aparte). El saltó de 6,4 por ciento en la rueda había tenido lugar ante un Banco Central que dejó correr el precio a un nuevo máximo histórico. “En el mercado de cambios, el BCRA no tuvo participación”, confirmó el ente en su comunicado diario. El sentido común y el análisis técnico de los bancos coincidió en que lo que estaba haciendo el Central “no se entendía”. Frente a ese descalabro, se le animaron cada vez más al organismo testeando hasta dónde estaba dispuesto a elevar el techo de la divisa. En los últimos cinco días intercaló abultadas ventas con un ausentismo total en la operatoria, lo que sumó incertidumbre entre bancos y empresarios. En lo que va del año la divisa aumentó 51 por ciento. En el mayorista la trepada fue ayer de 1,69 pesos, o 6,5 por ciento, a 27,70 pesos, aunque durante la jornada había superado ampliamente los 28. Las reservas internacionales cerraron en 49.070 millones de dólares, con un aumento de 97 millones.
La carta de intención con el Fondo dejó en claro que la política económica, y en particular las decisiones en materia cambiaria, quedan en manos del organismo multilateral. Y que el gobierno dejará aumentar el precio de la divisa hasta que la corrida se frene por sí misma y, de paso, licuar parte del déficit presupuestario. También queda claro que los desembolsos del organismo, que el país pagará con ajuste, tienen como destino asegurarle los dólares a empresarios y bancos. La respuesta en el mercado fue una nueva corrida, la segunda en un mes, si se cuenta la del 14 de mayo previa al megavencimiento de Lebac, cuando el dólar aumentó en un 7,3 por ciento.
El próximo vencimiento es el martes y el Central utilizó buena parte de los pesos obtenidos por la venta de dólares en las últimas intervenciones para recomprar letras. Pero operadores y analistas no entienden la estrategia, si es que existe alguna, pero queda claro que el Gobierno va a seguir devaluando la moneda. Los cambios en la conducción del Central dan cuenta de esa situación. La cotización para compras minoristas aumentó en lo que va de la semana un 11,3 por ciento, al nuevo máximo histórico de 28,44 pesos. La mitad lo ganó ayer.
En el mayorista la concentración de operaciones fue del mediodía hasta minutos cerca del cierre, cuando el precio superó los 28. Sobre el final, quedó en 27,70 pesos. La falta de volumen evidenció la ausencia del Central y del Nación, este último vendiendo dólares del Tesoro. El monto negociado ascendió a 366 millones de dólares, un 26 por ciento menos que el día anterior.
Las apuestas de devaluación no lograron actualizarse a la misma velocidad que el precio de la divisa en el mercado físico. En el mercado concentrador de futuros de Rosario, Rofex, se negociaron contratos de cobertura por 708 millones de dólares a precios de 28,49 y 29,40 pesos para fines de junio y julio, respectivamente. En el caso de junio generó la curiosidad de que la expectativa para los próximos días, según estos contratos, es una menor devaluación ya que el precio del contrato se ubicó debajo del valor para el público. En el segmento paralelo, el dólar blue se encareció 1,70 pesos hasta los 28,70.
En las otras apuestas, las externas también reflejaron la percepción clara de una crisis cambiaria que está mutando en financiera y económica. Las acciones argentinas que operan en Wall Street se hundieron un 14,5 por ciento, mientras que el riesgo país saltó 6,7 por ciento. Las principales caídas a través de sus ADRs fueron las de Superville, con el 14,5 por ciento, seguida por Banco Macro (-13,9) y Banco Francés (-11,9). En tanto, los bonos en dólares cayeron en promedio un 1,3 por ciento, con un riesgo país que se alzó a 541 puntos básicos.
En la Bolsa porteña el clima fue similar. El panel de acciones líderes cedió un 0,4 por ciento a 30.114,88 puntos, con lo que anotó su tercera caída consecutiva. Las principales bajas fueron para el Banco Francés (-6,2 por ciento); Transportadora de Gas del Norte (-5,5), y Mirgor (-5,4). En contrapartida, las subas fueron encabezadas por Tenaris (7,8), Petrobras (4,8) y Telecom (4,6).