Por un momento, es conveniente dejar las crocs de lado y meterse al río con zapatillas. Además, vale la pena recordar que a nadie le interesará ver su nombre y el equipo del que es hincha escrito en un árbol en Lago Puelo. Nunca se olvide del protector solar ni del repelente, a no ser que quiera dormir flotando.
La Cordillera regala a sus visitantes los paisajes más bellos de la región. Su verde, el aire puro, las montañas y el agua de los arroyos son una combinación perfecta a la hora de descansar.
Como en años anteriores, los comodorenses y quienes residen en las ciudades de la costa chubutense eligieron las localidades de El Hoyo, Lago Puelo, Epuyen y más arriba en El Bolsón para vacacionar.
La pandemia sumó restricciones y complicaciones para viajar al exterior y así también para transitar entre provincias, por esta razón también las visitas al Oeste chubutense no faltaron.
Sin embargo, siempre se debe tener en cuenta 15 factores para el correcto cuidado de la propia salud y el medioambiente.
- A la hora de ir al lago, arroyo o una expedición, se debe tener a mano una o varias bolsas para guardar los residuos. De ninguna manera deben ser arrojados en los paisajes que se visita, esto perjudica al medioambiente y habla de la clase de persona que es el que lo hace.
- Siempre se debe tener en cuenta que es lo más conveniente utilizar zapatillas para bañarse en un río o arroyo, ya que las ojotas o crocs pueden provocar resbalones que signifiquen una lesión con varios días de recuperación, y perderse gran parte de la experiencia durante el viaje.
- No van a faltar los insectos, sea el lugar que sea. Mosquitos, arañas, tábanos, avispas y otros bichos rondarán los lugares donde estén, y si bien no son peligrosos (ojo quien tenga alergia) es preferible usar repelente que lamentar la picadura de algún insecto.
- La botella con agua no puede faltar, ni a la ida, ni a la vuelta. Los días en la Cordillera suelen ser calurosos y el sol hace de las suyas. Además de protector solar, una botella de agua grande debe acompañarlos a donde vayan, y volver con ustedes nuevamente, o sea, no ser arrojada en el camino.
- Se entiende que cada uno disfruta a su manera, pero por esta misma razón, no es necesario que lleve un parlante portátil a todos lados ni mucho menos que lo use a su máxima potencia. Esto puede interrumpir el descanso de los animales y de los humanos, que no necesariamente quieren escuchar Maluma con ustedes.
- No deje su marca escribiendo su nombre o equipo en árboles, rocas u otros lugares. A nadie le interesa leer que “Juancito del Sanca” o “Néstor Aeronauta” estuvo en el mirador del Cajón Azul. Además, no hace más que manchar el paisaje y sacar a relucir su elevado ego.
- No se acerque a los animales, ni aunque usted crea que los conoce. Las vacas, por ejemplo, no son como en las películas. Si bien no atacan, no van a permitir que un desconocido se les acerque tan fácilmente. ¿Dejaría usted que se le acerque alguien a tocarlo mientras come o descansa?
- Al transitar por un camino sinuoso a bordo de un vehículo, recuerde que no está corriendo el Rally Dakar, vaya despacio porque allí el suelo irregular le puede jugar una muy mala pasada y las curvas pronunciadas pueden ocultar una sorpresa (otro auto). Piense en usted, su familia y las personas que vienen en el otro rodado.
- Llevar siempre una pinza de depilar por si alguien sufre un imprevisto. Las rosas mosquetas suelen tener filosas espinas, y otras plantas autóctonas también. Si llegara a clavarse algo, intente sacarlo inmediatamente.
- Siempre pero siempre respete los senderos y carteles que indican un camino. No trate de inventarlos, porque se va a perder. También recuerde que los lugares sin sendero pueden ser transitados por ratas que transmiten el Hantavirus.
- Recordatorio pandémico: debe usar barbijo cuando esté en contacto con gente. En caso de estar en medio de la nada, lejos de otras personas que no integran su grupo familiar o intimo, si puede sacárselo. Pero de cruzarse con alguien, es momento de colocárselo (bien puesto, que cubra mentón, boca y nariz).
- No coma ni deje comer a los más pequeños los frutos de plantas que encuentre, ya que lo más probable es que no conozca su especie, ni cómo creció, ni si está maduro, ni si le podría caer mal. Mejor quedarse con la duda del sabor o a una intoxicación.
- No nade en un arroyo o río donde desconoce su profundidad o fuerza de la corriente. Evite una tragedia, refrésquese en la orilla pero no se meta en profundidad.
- Coma liviano si va a hacer una expedición, no le va a agradar caminar, cabalgar o remar con más de 30 grados después de haber comido medio cordero, choripanes y un vino con soda.
- No se haga el joven a la hora de subir la montaña, vaya a su ritmo y por lugares donde sea seguro pasar. A los jovenes se les recomienda no creerse experimentados y seguir las indicaciones. Un camino equivocado puede resultar en una noche perdidos en el bosque, con su consecuente búsqueda y salvataje.