La OMS asegura que la enfermedad puede permanecer latente por dos semanas. Pero se han reportado casos en los que el tiempo de incubación fue mayor.
Así como circula el coronavirus y el pánico crece geométricamente, también empiezan a circular versiones contrapuestas sobre el ABC de la enfermedad. Porque mientras todos aseguran que el tiempo de cuarentena —para descartar la incubación del virus y evitar nuevos contagios— debería ser de 14 días, hay quienes sugieren que ese plazo debería elevarse a tres semanas y media, o sea, 24 días. ¿Cómo es?
El debate es apenas un susurro por ahora, pero podría subir de tono. Porque, si bien desde el lunes están un poco más estrictos los controles en el aeropuerto de Ezeiza, la semana pasada entraron al país cientos de turistas desde Italia. Algunos venían de las zonas más complicadas en materia de circulación viral del Covid-19, y ahora sus familiares se preguntan si juntarse con ellos o no, si sería riesgoso, si deberían verlos pero sin besos ni abrazos, o cómo. Y, también, cuándo las chances de contagio bajarán, en serio, a cero.
Lo de la cuarentena de 24 días viene de algunos casos reportados en los que el tiempo de incubación fue superior al esperado. Uno de ellos se publicó hace poquísimo, el 21 de febrero, en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). Según esa publicación, uno de seis miembros de una familia de contagiados tuvo un período de incubación de 19 días hasta que, por fin, manifestó síntomas de coronavirus.
Sin embargo, organismos de salud internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y autoridades de salud de China consideran un período de incubación de entre 2 y 14 días, con un promedio de 5,2 a 6,4 días. En los casos en los que el período es superior, la OMS lee allí que pudo haber habido doble exposición.
Sin embargo, las enfermedades infecciosas tienen su cuota de anarquismo. Y, de hecho, los días de incubación fijados por los científicos son un promedio.
Así lo explicó a Clarín Eduardo López, infectólogo-pediatra, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez: “Toda infección viral tiene colitas que se escapan, tanto para adelante como para atrás. O sea, cuando uno dice que el tiempo de incubación del sarampión es de 8 a 14 días, es un promedio, y hay casos en los que llega a 21 días”.
Todo depende de la carga viral; en criollo, cuánto virus tiene uno en el cuerpo. En palabras de López, “la carga viral que uno reciba es variable. Así como del individuo asintomático de cierta enfermedad infecciosa se considera que elimina menor cantidad de virus que el que sí está manifestando la enfermedad, uno podría homologar eso a la incubación: si la carga de virus es menor, llevará más días concentrar mayor cantidad para empezar a mostrar síntomas. Si la carga de virus es mayor, llevará menos días”.
Entonces, ¿es posible que el período “ventana” de una persona con coronavirus —sin síntomas pero con chances de contagiar a terceros— exceda los 14 días? Sí, porque como ocurre en todas las enfermedades infecciosas, el número 14 es un promedio basado en las estadísticas. La cuestión está en entender que es estadísticamente improbable contagiarse justo de un portador que aun en el día 20 siga incubando el virus. Y, a la vez, que pasada la medianoche del día 14 de cuarentena, el paciente potencial incubador no bajó a cero sus chances de contagiar a otros.
López señaló además que hay otras distinciones para hacer: «Esto no es una regla, pero una baja carga viral puede traducirse en que la enfermedad se muestre de un modo más benigno. Lo vimos con la Gripe A (N1H1) en 2009: muchos individuos que no tenían ningún síntoma, sólo catarro y algo de fiebre, no consultaron», señaló. Y resumió: «Estar expuesto a un virus no significa lo mismo para todo el mundo”.
Nada es igual
“Me preocupa lo de Italia… cada vuelo que llega tiene 250 a 300 pasajeros, y eso multiplicado por 12 vuelos semanales…”, señaló López, antes de marcar otra importante distinción, de cara a un escenario negable, pero realista: que en América latina, en general, y en Argentina, en articular, empiecen a aparecer algunos casos de Covid-19. “Deben distinguirse los casos esporádicos, como sería lo que pasa en Alemania o Estados Unidos, y la circulación viral, cómo está ocurriendo en el norte de Italia o en Corea del Sur”, dijo el médico.
Por un lado, “circulación viral significa que el virus está instalado en cierta área y hay contagio franco, como se está viendo en las localidades italianas de Lombardía y en el Véneto, donde rápidamente aparecieron más de 200 infectados”.
En cambio, la expresión “casos esporádicos» se utiliza cuando un individuo, por ejemplo, llegó de China y contagió a sus convivientes, pero todo queda bloqueado ahí y el virus no circula más allá de ese ambiente, explicó López.
En síntesis, apuntó el infectólogo, “circulación viral y casos esporádicos son cosas muy distintas. En el segundo caso, si uno va a esa ciudad, el riesgo es bajísimo, casi nulo. Por ejemplo, lugares como Frankfurt (Alemania) o Roma (Italia). Pero en sitios como Wuhan (Hubei, China), Corea del Sur o esas ciudades del norte de Italia, el riesgo de contagio es realmente mayor”.