Cual plebeyo, el ex Gobernador de la provincia del Chubut hizo fila religiosamente para pagar los impuestos de su residencia en Playa Unión, en el edificio de la municipalidad de Rawson, donde mostró un perfil medido y hasta conversó con algunos de los presentes.
Rawson (Corresponsal).– Cerca de las once de la mañana de ayer, Mario Das Neves llegó a la municipalidad de Rawson. Muchos creyeron que entraba para mantener una reunión con el Secretario de Gobierno, Alfredo Di Filippo, algo descabellado después del odio que siempre expresó por el dirigente capitalino aunque viniendo de Das Neves cuya ideología cambiante le ha permitido estar con De Narváez, Duhalde y Macri, no sería nada extraño que se hubiera atrevido a pedir una audiencia con Di Filippo.
La entrada triunfal al hall central no pasó desapercibida por los vecinos capitalinos que estaban haciendo cola para pagar sus impuestos. Relajado y sin la mirada filosa que supo mantener durante los ocho años en que estuvo en el gobierno se acomodó en la fila como un jubilado más y habló con algunos pocos que se le acercaron para saludarlo. Salvo uno que a una distancia prudencial comentaba con otro “vendrá a depositar la plata que se esfumó en la intendencia de López o a pedir perdón por haber prometido lo que nunca cumplió, que Rawson sería la capital más linda del país”, luego de algunas risas observaron como Das Neves cruzaba la plaza Guillermo Rawson perdiéndose entre los árboles.
A la Legislatura
En su raid por la capital provincial, el ex gobernador reapareció detrás de los árboles por la otra punta de la plaza Guillermo Rawson para cruzar la calle y dirigirse derechito a la Legislatura Provincial. Ingresó a la Casa de las Leyes y como sintió que los saludos no eran del todo generosos sino más bien de indiferencia paso raudo levantando la mano.
Luego de atravesar la puerta de vidrio en el hall central decidió subir por el ascensor para evitar encontrarse con dirigentes y militantes que todavía siguen muy enojados por la forma en que dilapido en poco tiempo su capital político. Llegó al primer piso y se dirigió hacia el bloque del PJ Modelo Chubut donde se encontró con su mujer la diputada Raquel Di Perna.
Un grupo de periodistas que deambulaban por los pasillos de la Casa sin miedo le preguntaron si les daba una nota a lo que Das Neves muy amblemente les contesto, “hasta agosto no hablo”.
Aparentemente, el ex gobernador que ahora muestra un sonrisita extra a flor de piel, se fue a encontrar con los diputados del bloque que están más díscolos y que han dejado de responder a sus órdenes. Lamentablemente no encontró a ninguno, salvo a su mujer y a su amigo entrañable Jerónimo García con quien recordó las buenas épocas del viejo gobierno donde sus deseos eran órdenes.
