Llamativamente, el agroministro no ha emitido opinión en público sobre el conflicto de Cerro Dragón, teniendo en cuenta que en el relanzamiento del NEP proponía discutir todos los temas y prácticamente cogobernar la provincia.
Es decir, que su silencio se potencia teniendo en cuenta el contradictorio discurso de la presidente Cristina Fernández de Kirchner sobre los actos vandálicos en Cerro Dragón, aludiendo que la provincia es la responsable de resguardar sus recursos. Esas declaraciones las realizó sin tener conocimiento del verdadero trasfondo del conflicto, donde con el correr de los días llegó a tomar la magnitud de colocarlo en el contexto del golpe en Paraguay, y que «para las grandes empresas multinacionales con “inversión” en países de esta región, el problema no es el Paraguay de Franco, sino la Argentina de CFK», según Horacio Verbitsky en su columna del matutino porteño Página|12.
Hay muchos elementos para decodificar de lo que sucedió en Cerro Dragón, que exceden claramente las fronteras de la Provincia del Chubut donde se entrelazan intereses económicos-políticos y sindicales, terreno en el cual el funcionario nacional demostró en más de una ocasión moverse muy sólidamente. ¿Estará condicionado por haber negociado los contratos con PAE en 2007?
También sería productivo que el ministro de Agricultura de la Nación, que participó de la firma de acuerdo entre la Argentina y China, diera su versión sobre la lectura del columnista de La Nación Carlos Pagni, quien apuntó que el conflicto en Cerro Dragón se realizó para empañar la visita del primer ministro de China, que vino a realizar acuerdos bilaterales con la Presidente el lunes de la semana pasada.
Fuentes con acceso a la Casa Rosada deslizaron a El Comodorense que “Yauhar aprovechó para cobrarse todas y cada una de las que le hizo Javier Touriñán”, cuando le dio su versión del conflicto a la presidenta.
“Yahuar quiere hacer en Chubut lo mismo que hace La Cámpora con Peralta en Santa Cruz”, analizó un ex gobernador santacruceño.