La crisis de representatividad ha llegado a los sindicatos. Luego de la interna que se registró en ATE con una lucha intestina entre el Secretario General Edgardo Hompanera y su segundo Guillermo Quiroga, los afiliados y la sociedad observan con preocupación lo que ocurre en el sindicato “madre” de los empleados públicos.
(Corresponsal en Rawson) Acusaciones cruzadas entre ambos dejó impávidos a los afiliados, desde dinero faltante hasta acomodos en la familia de los sindicalistas en los distintos estamentos del Estado trajo aparejado desafiliaciones que la propia estructura lo sintió.
Los sindicatos, que tienen una innegable función social, no están haciendo honor a este deber para con la sociedad, centrándose en los intereses económicos y políticos de su cúpula directiva, olvidando a unos trabajadores cada vez más indefensos y debilitados por los efectos de una salario que cada vez rinde menos y que los deja a sus suerte sin apoyo de ningún tipo.
La semana pasada se pudo observar la orfandad que existe ya los empleados de los hospitales se han manifestado casi en soledad, salvo Guillermo Quiroga el resto no estuvo en la movilización a la Legislatura. Ni la Secretaria General de ATSA, Sara Barrera, ni los representantes de UPCN los acompañaron, “a mi me pidieron que venga y aquí estoy” dijo Quiroga que se sumó al reclamo y fue la voz autorizada para hablar con los diputados.
Estadísticas
De tal manera que si en el año 2010 el 17,4% de los trabajadores en activo pertenecía a alguna organización sindical, al año siguiente solo lo hizo el 17,2%.
Otra información relevante de las estadísticas conocidas, fue el poco auge que están teniendo los sindicatos entre los trabajadores más jóvenes. Por ejemplo, si nos centramos en los afiliados en el tramo de edad de 25 – 29 años, se ha producido un espectacular descenso desde el 12,2% del año 2010, al 8,1% de 2011.
Aunque los sindicatos, ‘justifican’ este descenso con el trabajo en negro que todavía se registra en el Estado, está a la vista que los trabajadores son quienes buscan en este tipo de organizaciones laborales las garantías que desean cubrir pero los gremios se encuentran en una situación de desamparo y de pérdida de credibilidad que les ha llevado marcharse de estas organizaciones.
Sin paro
Por primera vez el gremio de la ATECH no pudo efectuar medidas de fuerza, disconformes con los resultados de la paritaria no le quedó remedio que rubricarla porque al medir fuerza con los delegados de las escuelas se encontraron que no podían juntar más de 100 personas, “esto para ustedes sería un papelón” dijo un alto dirigente del gobierno provincial en medio de las negociaciones.
Lo cierto es que los mismos gremialistas de la ATECH lo reconocieron en voz baja, “los docentes quieren ganar mejor pero no están dispuestos a salir a la calle, con lo que nos obliga a firmar la paritaria en disconformidad”, dijo uno de los sindicalistas que conforman la mesa de conducción de la ATECH.
“Estamos perdiendo fuerza porque no somos creíbles”, indicó el mismo sindicalista al reconocer que existe una crisis de representación gremial porque cada vez los representantes “representan” menos a los representados y las demandas de la sociedad civil son pocas o nada satisfechas y ello hace caer en un grave riesgo al sindicalismo.
