Francisco de Narváez se muestra como un hombre lleno de certezas. “No tengo dudas de que nosotros ganamos en provincia”, dice al instante que se enciende el grabador. Menos de un minuto más tarde, completa: “La provincia de Buenos Aires es donde se va a definir el futuro de la Argentina”.
Cuando dice esto, el diputado por el Peronismo Federal sabe que, si no mediara la cláusula constitucional que le impide aspirar a la presidencia, su victoria ante el ex presidente Néstor Kirchner en ese distrito en las elecciones legislativas de 2009 lo habría catapultado como número puesto a una candidatura que reuniera el apoyo de todo el establishment.
Sin embargo, ningún dirigente opositor logró ocupar claramente ese lugar, por lo que al proyecto del empresario le falta una pata nacional que le permita hacer frente al caudal de votos que una eventual presencia de Cristina Fernández le imprimiría a la boleta de su principal rival, el gobernador Daniel Scioli.
Informal, recibe en mangas de camisa a Página/12 en su local partidario de Las Cañitas y durante casi una hora despliega sus argumentos, centrados en dos grandes ejes: las políticas de seguridad y la necesidad de implementar un cambio en la “forma de gobernar”.
–¿A qué candidato presidencial acompañará en octubre de 2011?
–No tengo dudas de que ganamos en provincia. Estoy convencido de que la administración de Scioli, para la mayoría de los bonaerenses, no es buena. En toda elección ejecutiva hay dos ejes, continuidad y cambio, y yo creo que mayoritariamente se va a votar cambio, por lo menos a nivel provincial. Además, en la provincia de Buenos Aires es donde se va a definir el destino de la Argentina, por eso creo que la campaña de la primera vuelta se va a jugar mayormente en territorio bonaerense. Desde ese lugar quiero ir a un acuerdo de gobierno, no electoral. Y en ese acuerdo de gobierno vamos a hacer valer las políticas nacionales que impactan directamente en la provincia de Buenos Aires. A saber: seguridad, desarrollo, social, obra pública, el sector productivo…
–Está mencionando muchos temas en los cuales el actual gobierno ha tenido políticas con resultados positivos…
–Creo, por ejemplo, que la política social de este Gobierno ha tenido aciertos y desaciertos. El mayor acierto es la Asignación Universal por Hijo, pero incluso creo que hay que mejorarla. Tiene que ser una ley, tiene que tener movilidad. Hay que extenderlo a los matrimonios sin hijos. También creo que no se ha hecho bien la forma de administrar el programa: la realidad territorial quien mejor la conoce es el intendente. Yo le daría un fuerte rol al intendente, con control de organizaciones no gubernamentales para evitar el clientelismo.
–Pero el sistema actual es mucho menos permeable a esos manejos…
–Hay un grueso de gente que todavía no la recibe porque son indocumentados: en vez de estar haciendo DNI en la costa, deberían estar haciéndolos en Del Viso, Laferrère, Casanova. También tenemos un problema serio con los informales que no quieren estar en blanco. Y esa realidad los intendentes la conocen mejor que nadie.
–¿Está en verdad tan convencido de que va a ganar, aunque las encuestas no lo den al nivel de 2009?
–La de 2009 fue una elección que creo que va a tener características similares a ésta: plebiscitar un modelo o una forma de vida más que un programa de gobierno. Y si bien en ese momento el gobierno nacional estaba en peores condiciones de lo que yo creo que va a estar en octubre, después de muchos años de vivir de una forma, los ciudadanos asumimos que lo que tenemos ya lo tenemos y vamos por la diferencia, y ahí se dan las alternancias.
–¿Cuáles serían las primeras medidas que tomaría?
–Solicitar un presupuesto extraordinario para resolver los problemas de seguridad. Tenemos problemas de infraestructura: hay que redefinir el sistema carcelario. Tenés una política de adicciones que se anuncia, pero cuando vos bajás a los barrios es otra cosa. Implementar una política integral de seguridad.
–Antes de los últimos comicios, usted se manifestó a favor de la estatización del sistema de jubilaciones, ¿iría con un candidato a presidente que propusiera reprivatizarlo?
–No, el sistema jubilatorio tiene que ser público, no privado, pero no éste: tiene que haber cuentas individuales, tiene que haber seguimiento de los aportantes. Tampoco usaría la plata de Anses para cubrir gastos corrientes del gobierno.
–En los últimos meses se lo vinculó con Daniel Scioli, ¿mantuvieron conversaciones para acompañarlo en caso de que hubiera decidido competir a nivel nacional?
–Mientas Daniel exprese esta forma de gobierno y de políticas públicas no hay ninguna chance de que trabaje con nosotros. Ninguna. Pero es cierto que en un ciclo que se termina, que es el de la forma de gobierno del kirchnerismo, hay muchos dirigentes con los que sí hablo y que no quieren esto, quieren un peronismo más ortodoxo, más territorial.
–¿Ya descartó participar de las primarias por el PJ?
–Todavía no sé si va a haber primarias o no. Me parece inconsistente haber votado una ley en 2009 y que en el año electoral, en febrero, todavía no esté reglamentada en sus capítulos más importantes.
–El ministro del Interior y las autoridades electorales sostienen lo contrario y afirman que sólo falta pulir detalles accesorios.
–Que me digan si va a haber colectoras o no, eso no es accesorio.
–Pero eso depende del texto de la ley, no de su reglamentación…
–Como no está reglamentada la ley, puede ser modificada.
–A nivel nacional no están prohibidas, sí a nivel provincial. Pero eso sólo puede cambiarse mediante una reforma…
–El Parlamento provincial está esperando que la ley nacional se reglamente.
–¿Usted ordenaría a su bloque rechazar una reforma?
–En principio, estoy en contra de las colectoras.
–¿Cómo es su relación con Jorge Macri y Graciela Camaño, precandidatos a gobernador por espacios confluyentes al suyo?
–Bien. Con Jorge hemos estado reunidos estos días. Me parece genuino que aspiren a ser candidatos, lo mismo que Graciela. Después buscaremos la forma de dirimir si es que hay un consenso en general sobre la forma de gobernar la provincia. La semana que viene hay reunión del bloque provincial y definiremos en conjunto la estrategia legislativa.
–¿Cuáles van a ser los ejes?
–Vamos a poner un énfasis en el régimen penal juvenil. La provincia tiene una buena ley, pero no está bien aplicada. Vamos a ir por cuestiones que tengan que ver con la seguridad ciudadana. Y vamos a concentrarnos en el eje de políticas agropecuarias que no se terminan de implementar.
–Ultimamente se difundieron estudios internacionales que demuestran que la percepción de inseguridad es altísima con respecto a la tasa real de delitos, que está entre las más bajas de América…
–Les sugeriría a quienes sostienen eso que vayan a hablar con los hijos de Fabián Esquivel y les muestren las estadísticas. No es así, cada uno vive su relativa realidad y lo cierto es que nosotros hemos empeorado objetivamente nuestra calidad de seguridad personal.
–¿Con respecto a cuándo?
–Con respecto a nuestra propia historia. Hace diez, veinte años…
–¿Hace diez años la situación era mejor?
–Eso fue un momento de crisis, fue un estallido social, algo particular. Hoy la gente ya no toma mate en la vereda, se queda atrás de las rejas.
–¿No cree que le pueda jugar en contra tener que repetir una campaña tan fuerte como la que llevó adelante en 2009?
–No creo que sea una campaña tan intensa como la de 2009, que nosotros competíamos contra el político más importante de la década y había que poner toda la carne al asador. Lo que viene es una campaña mucho menos brutal en términos de intensidad y mucho más exquisita en términos de propuestas. De hecho la ley prohíbe una campaña de esas características. Hay algunos artículos que hasta parece que me los dedicaron.
–¿Cuáles?
–El límite a la publicidad, o la pauta del Estado. No digo que esté mal, digo que fue hecha en una circunstancia en la que creo yo que tenía otra intencionalidad.
(Página 12)