Han pasado meses desde el temporal y, al igual que muchas familias, calles, pluviales y casas, la Escuela 7702 de Km 8 aún no se ha podido recuperar. En lo que va del año, sus alumnos han tenido tan solo 25 días de clases. Interrumpidas, además. El techo de la institución se cayó luego de las lluvias y hubo pérdidas de gas por las que Camuzzi retiró el medidor. Desde el 14 de junio los chicos no van a la escuela, publica hoy el sitio web ADNSur.
Este miércoles, un grupo de alumnos quiso aprovechar para entregar al gobernador Mario Das Neves, a quien consideraron “el máximo responsable de la Educación en la provincia”, un petitorio para exigir una respuesta ante esta situación.
“Solicitamos un nuevo edificio porque el ocupado por nosotros no está apto para funcionar como una institución educativa que constantemente pone en riesgo la integridad física y el aprendizaje de los alumnos y de la totalidad del personal”, comienza diciendo la nota.
Luego detallan los motivos que han causado que hayan tenido menos de un mes de clase durante todo el 2017. “La catástrofe que arrasó con la ciudad dejó en evidencia la mala infraestructura de lo que hoy funciona como colegio secundario. El edifico se vio perjudicado, ponía en riesgo la seguridad y debieron suspenderse las clases. Los problemas constantes con tanques de agua y su contaminación causó la suspensión de varios días de clases a la semana. Una vez solucionado el primer problema, se agregaron las pérdidas de gas, que hasta hoy no se han solucionado, por lo que sigue la suspensión”, explican.
Además, en la carta denuncian que la escuela no cuenta con un espacio adecuado para realizar educación física. Exigen un sum que había sido prometido por el exministro de Educación pero que, claro, nunca se concretó.
“En septiembre del año pasado usted dijo: “La política es una palabra bellísima para cambiar la realidad de la gente aunque algunos la bastardeen”. Como alumnos que piensan en futuro mejor a partir de acciones políticas, creemos lo mismo. Pero para seguir creyendo necesitamos que se cumplan compromisos asumidos más allá de las diferencias ideológicas, porque a pesar de ellas, se ha coincidido en necesidad de respuesta a la situación que le estamos planteando”, remarcan.
Los alumnos están cansados de esperar. Sostienen que el estado debe garantizar que puedan ejercer “uno de los derechos fundamentales de las personas, que es poder estudiar, y que no se está haciendo valer”.
“¿Cuánto más tenemos que esperar para que nos den de una vez solución satisfactoria? No queremos que ocurra algo lamentable para poder ser oídos. Este pedido no es de ahora, viene de hace tiempo”, concluyen. Y aunque lamentablemente llegaron tarde y no lograron entregar el petitorio al gobernador en el acto que realizó en la escuela 722, pudieron dárselo al ministro de Infraestructura, Alejandro Pagani, porque no pierden la esperanza de ser oídos y de poder volver a las aulas a ejercer ese derecho que hace meses están esperando.
