Su ciudad natal fue el escenario del último e imponente acto

Más de 70 mil personas lo acompañaron hasta su última morada, en el cementerio municipal de Río Gallegos. El cuerpo del ex mandatario ya descansa en su tierra natal y su alma se diluyó en…

sábado 30/10/2010 - 17:30
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Más de 70 mil personas lo acompañaron hasta su última morada, en el cementerio municipal de Río Gallegos. El cuerpo del ex mandatario ya descansa en su tierra natal y su alma se diluyó en la de millones de argentinos y latinoamericanos. Lo despidieron su esposa Cristina; sus hijos Máximo y Florencia; un abanico de personalidades y el pueblo.

Su figura trascendió a la coyuntura regional, pero ayer una inmensa mayoría de santacruceños hizo propio el momento al despedir al líder político. Le dijeron adiós al “Pingüino”, y no al ex presidente, al diputado nacional, al secretario general de la UNASUR.

Algunos aún estaban sorprendidos por la inesperada pérdida y otros, verdaderamente consternados, pero todos coincidían en algo: se habían convocado allí por gratitud.

No faltó nadie: oficialistas, neutrales y opositores llegaron a las cercanías del mausoleo familiar y aguardaron su arribo.

Ante la incertidumbre de los que piensan con la cabeza fría respecto de lo que sucederá, el gobierno se ocupó de aclarar que “ya habrá tiempo” para hablar del panorama, de lo que quedó.

No es para menos, “el Lupo”, como lo llamaban en su tierra, tenía un fuerte liderazgo, el cual se había acrecentado tras su llegada al sillón de Rivadavia en 2003.

Desde entonces estuvo presente siempre. A él se deben las frases que hoy utilizan los referentes de la política provincial, tales como “dejamos de ser el patio trasero de la patria” o “el momento histórico”, referidas al sostenido crecimiento que ha experimentado Santa Cruz en estos siete años.

Ayer era todo congoja dentro y fuera del cementerio, los fieles de su círculo íntimo, las nuevas camadas de intendentes, el gobernador Daniel Peralta y su comitiva, todos lo lloraban casi sin consuelo.

EN EL ADIOS

Desde temprano las autoridades se encontraban reunidas en Casa de Gobierno, donde un Daniel Peralta que no evitaba mostrarse quebrado, hacía de anfitrión de una reunión austera.

Afuera, una multitud daba muestras de su dolor bajo un sol que acompañaba. El viento se hizo sentir hasta entrada la tarde-noche, cuando mermó casi en sintonía con el inicio de las exequias.

Carteles y flores honrando al líder político más grande de la provincia se reiteraban una y otra vez, a lo largo del vallado ubicado frente a la bóveda de la familia Kirchner, donde los restos del ex mandatario descansarán de manera provisoria junto a los de su tío, hasta tanto se construya el mausoleo propio.

A las 16:57 arribó al aeropuerto de Río Gallegos el presidente venezolano Hugo Chávez, quien fue recibido por el gobernador.

17:35 llegó el avión TC-55 con el cuerpo, y Cristina Fernández -ataviada de riguroso luto- fue recibida con un gran abrazo por Peralta y Chávez.

Lo recibió el viento

En el aeropuerto riogalleguense el viento azotaba y la mujer esperó con guantes negros para tocar el féretro que bajaba a su encuentro desde la rampa del avión.

Allí la caravana fue escoltada por una multitud que hizo que el coche mortuorio fuese a paso de hombre a lo largo de los 7 kilómetros distantes del cementerio. Nunca nada había generado tanto movimiento en Río Gallegos.

Las mujeres y hombres que hicieron la caminata trataban de aferrarse al vehículo donde se transportaba la Presidente para darle su aliento, y esta, a su vez, de tanto en tanto, bajaba el vidrio para saludar a los seguidores.

Había pasado poco tiempo desde la última vez en que esa misma multitud había vitoreado a Néstor durante el acto del Boxing Club de Río Gallegos, llevado a cabo el 8 de octubre.

Finalmente, sobre las 20:30 llegó la guardia de honor, y tras ella la Presidente, sus hijos, su hermana Alicia Kirchner y familiares.

Personalidades

En las puertas de la capilla emplazada en el ingreso a la necrópolis, una comitiva importante de políticos, entre ellos el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; los dirigentes Edgardo Depetris, Emilio Pérsico y Luis D’Elía; la integrante de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora Tati Almeida; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el intendente de Caleta Olivia Fernando Cotillo y ministros del Gobierno provincial, aguardaban el cortejo.

Tras el breve responso, al cual solo tuvieron acceso unos íntimos, el féretro fue introducido en una bóveda familiar y llegó el adiós definitivo, mientras que tras las vallas, los santacruceños nativos o por opción aclamaban al más destacado hijo de esta provincia sureña.

La avenida principal, rebautizada

La principal avenida de Río Gallegos, General Roca, fue “rebautizada” ayer con carteles en los que se leía Presidente Néstor C. Kirchner, al tiempo que los comercios, en su mayoría, mostraban en sus vidrieras fotos del ex mandatario y banderas argentinas con crespones negros.

De esta manera, entre otras, el pueblo de Río Gallegos homenajeaba a quien fuera intendente de esta ciudad y gobernador de Santa Cruz, antes de que fuera sepultado en el cementerio municipal.

En el salón de la Gobernación, donde se instaló una pequeña capilla ardiente, vecinos, militantes y público en general siguieron por televisión los detalles del cortejo que partía desde la Casa Rosada hacia el Aeroparque porteño.

(El Patagónico)

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