La suba del 10% extra que se les otorgará a los petroleros por única vez el mes que viene será en negro. Es por eso que el gremio petrolero recibirá 98 millones de pesos, en el transcurso de seis meses, para sostener la obra social y la farmacia. Son unos 600 pesos mensuales por cada trabajador y otros 500 más para aquellos que están despedidos, que cobran 20.000 en la casa y necesitan cobertura médica.
Esto es lo que explicó el líder del Sindicato petrolero, Guillermo Pereyra, tras conocerse un nuevo acta acuerdo entre las entidades gremiales hidrocarburíferas de todo el país y las empresas.
Sucede que el acuerdo paritario al que arribaron el pasado miércoles por la noche establece un pago del 10% extra (por abril, mayo y junio) en negro. Es decir, sin obra social. Es por eso que el gremio reclamó a las empresas hacerse cargo de esos costos, con 3600 pesos por seis meses por cada empleado y otros 500 adicionales para los despedidos de YPF.
“El Sindicato no recibió un peso por este aumento y se debe compensar para poder dar la obra social”, justificó Pereyra.
El aumento salarial global fue del 20% en dos veces y un reajuste automático por la inflación. Una larga historia que pasó de despidos y subsidiados de 20 mil pesos a una paritaria.
Los 1600 despedidos
El año pasado, YPF bajó 33 equipos de perforación en Vaca Muerta y hubo despidos. Empezaron a negociar nuevas condiciones de trabajo en los no convencionales.
Tanto el Sindicato petrolero como el Gobierno provincial ejercieron fuertes presiones para que las empresas inviertan. Se esperaban u$s 5 mil millones en 2017 en todas las operadoras.
Guillermo Pereyra fue uno de los impulsores en regular la actividad no convencional. Hubo polémica y rebelión en algunos petroleros. La adenda se firmó con el Presidente Mauricio Macri.
El miércoles se selló la paritaria con una suba salarial del 20% en dos cuotas, más una cláusula gatillo por la inflación. El gremio pedía el 24%. Se cerró un conflicto en un año complejo para el sector.
