La CEOPE extorsiona con el 18% para justificar despidos

Cuando todavía no se apagaba el eco de que la empresa San Antonio Internacional diera marcha atrás con los telegramas de suspensión en las Cuencas del Sur, lo que hubiera significado un peligroso escenario, los…

domingo 31/07/2016 - 19:33
Compartí esta noticia

Cuando todavía no se apagaba el eco de que la empresa San Antonio Internacional diera marcha atrás con los telegramas de suspensión en las Cuencas del Sur, lo que hubiera significado un peligroso escenario, los trabajadores petroleros -los que aún siguen en actividad y que este año no abundan en buenas noticias-, desayunaron varios días con la noticia de que la CEOPE -Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales- negaba el aumento salarial del 18% producto de una resolución ministerial luego de largos meses de negociaciones paritarias.

petroleros

La CEOPE está actuando como un adolescente rebelde. Para que quede claro, está desoyendo al Ministerio de Trabajo que claramente obliga a cumplir este mes con un incremento del 18 %.  No se puede desconocer una resolución ministerial y es por eso que el Ministerio interviene intimando a acatar la resolución.

¿Cuál es la excusa de la CEOPE? Que los gremios no quieren arreglar la productividad. Hay que aclarar que el término productividad es un eufemismo para no decir arreglar el echar trabajadores, fomentar la multifunción y volver a formas de trabajo previas a las conquistas de derechos laborales. Eso no es productividad, eso es querer que menos gente trabaje el doble por la mitad del sueldo.

La CEOPE se obstina y extorsiona con que si no los dejan echar gente, no van a pagar el 18% desoyendo una resolución ministerial que tiene casi carácter de Ley. La única manera de cuestionar una resolución ministerial es por vía judicial. La CEOPE se ahorra ese camino y lo hace “a lo guapo”.  ¿Qué pasaría si un gremio desoyese una resolución ministerial de esa manera?  Correría el riesgo de perder su personería gremial. Estos señores de la CEOPE se han juntado para hacer lo contrario de lo que marca la ley. Cuando varias personas se juntan para infringir la ley, se denomina a dicha agrupación, asociación ilícita. Los que se asocian ilícitamente cometen un delito. Los que cometen un delito son delincuentes. El Ministerio de Trabajo no solo debe intimarlos, sino quitarle la personería jurídica. Por favor que los abogados de los gremios tomen nota y actúen.

Hay tiempo hasta el cuarto día hábil del mes para que las empresas abonen el sueldo. Sin embargo hubo empresas que ya liquidaron los sueldos sin el aumento y lo sorprendente es que lo hicieron algunas que suelen hacerlo habitualmente con retraso.  Las  empresas que se apuraron en pagar el sueldo sin el 18 % adelantándose unos días a la fecha habitual para aprovechar la incertidumbre son partícipes de una “viveza” que no sirve de nada. Deberán pagar el incremento igual, seguramente pagando la diferencia no más de una semana después. En momentos de dificultad es donde asoman las bajezas y los serviles. Incluso hubo empresas que descontaron el día de paro. Deberán explicar el por qué han hecho esto, algo que hacía años no se veía. Esto es desprolijo, desgasta y no es serio.

Muchas empresas acorraladas en la incertidumbre estaban liquidando sueldos en sus sistemas incluyendo el aumento pero se detuvieron. Otras ya pagaron con el aumento. Otras lo hicieron como ya dijimos a las apuradas y sin aumento. Son muchas las empresas se dejan arrastrar por la CEOPE y luego tienen problemas con los trabajadores, con los Sindicatos, con las operadoras. Cuando se paraliza la actividad no es la CEOPE la que pone la cara, más bien es la que aprovecha para demostrar lo mal que va la industria. Pero el desgaste en las relaciones es de los trabajadores. Entre el lunes y martes se debería terminar resolviendo definitivamente: se tiene que pagar de acuerdo a la resolución y las empresas que ya hayan pagado sin el aumento lo tendrán que hacer en los días siguientes. Los que hayan descontado el día de paro lo tendrán que devolver inmediatamente.

Desde los gremios se le pidió simplemente a la operadora más grande que es YPF que se definiera y dijese qué es lo quieren hacer con la actividad, cuál es el plan, cuál es la idea. Desde YPF dicen que no quieren matar la actividad como los gremios aseguran, pero mientras tanto se preparaban los telegramas de suspensión para ser enviados en San Antonio primero y si prosperaba, luego en otras empresas. Los mismos directivos de San Antonio acusan a YPF de querer “matar” la actividad. Pero como YPF es del estado (bajo formas jurídicas no habituales), el Gobierno es el que debe dar respuestas y decir qué es lo que van a hacer con la principal operadora nacional. Si YPF va para adelante, toda la industria lo hace.

Desde el gremio de Jerárquicos de Neuquén afirman que presentaron un trabajo técnico para discutir la productividad sin echar gente. Pero el interés en la negociación desde la CEOPE solo pasa justamente por el interés en echar gente. Si YPF no quiere matar la actividad, ¿Por qué siempre hablan de echar trabajadores?  La incoherencia provoca las condiciones ideales para que todo estalle.

Para los trabajadores está en juego no solo que se haga efectivo el escaso aumento salarial resuelto, sino algo mucho más grande que es el proteger y cuidar la actividad. Y no se sostiene una actividad echando trabajadores ni resignando derechos. Esa no es la manera. Porque el valor central de toda actividad económica debe ser el ser humano.

Hay indicios de solución. Pero pensando lo peor ¿Y si no se arreglase? Si las empresas no cumplen, los trabajadores (que ya vienen cumpliendo dolorosamente su parte) están en todo su derecho de hacer lo que corresponda. La paciencia se agotó hace meses. Lo más prudente es esperar unos días para hacer las cosas bien. Preferible cobrar dos días después pero cobrar el sueldo con aumento como marca la Ley que dejarse arrastrar en otro conflicto.

Tal vez la tarea más complicada desde ahora la tengan los gremios de base, donde hay varios puntos que están en la mira, como las horas extras, horas taxi y muchas cuestiones que significan un gran volumen de dinero, pero que de cederlos implicarían retrocesos en beneficios y derechos logrados. En esto tienen que estar en conjunto todos los gremios de base y Jerárquicos de todas las Cuencas. No se puede estar con pequeñeces y decir que “como mi gremio no tiene este problema, que se arreglen su problema los del otro. Ni tampoco decir que en Neuquén no tenemos el problema del Sur o al revés. Porque es de corta visión pensar así. Lo que está en juego es la supervivencia de la industria petrolera argentina y sus trabajadores. Tiene que ver con una solución integral y global de todas las Cuencas. Somos todos petroleros. La división solo le sirve a los que destruyen, por ejemplo a la CEOPE que está unida y en todas partes”.

Compartí esta noticia