Durante la etapa ‘dasnevista’ al frente de Fontana 50, en el Estado Provincial crezca un 55 por ciento en ocho años. La cifra explica el dato que en su edición de este lunes revela el diario Jornada, acerca de que Chubut es una de las provincias con mayor cantidad de empleados “excedentes” en relación con su crecimiento poblacional.
Entre los censos de 2001 y 2010, Chubut registró un incremento de habitantes del 23 por ciento, número sensiblemente menor a la proporción de empleo estatal creado. La bonanza económica nacional no fue aprovechada para que el sector privado, en crecimiento durante el período, absorbiera empleo local.
Entre diciembre de 2003 y diciembre de 2011, el Estado Provincial aumentó en más de un 50 por ciento su planta de personal. Ese dato explica y fundamenta el dato difundido este lunes por el diario Jornada en base a un informe de la consultora NOAnomics, que ubica a la Provincia del Chubut en el octavo lugar del ranking de provincias argentinas, con un 31% de empleados públicos “excedentes” sobre lo que deberían ser los “óptimos” en relación con la expansión poblacional.
El informe de Jornada no habla solamente de Chubut, sino que da un panorama general, en base a datos de la mencionada consultora, sobre la cantidad de empleados públicos en la Argentina y, en este contexto, Chubut se encuentra en el tercio entre las que mayor incremento de ingresos de personal tuvo, en el Estado Provincial, en los últimos diez años.
Los datos de la realidad indican que a diciembre de 2003 Chubut contaba con una planta ocupada de 22.308 empleados públicos, mientras que exactamente ocho años después, a diciembre de 2011, esa cantidad se elevó a 34.463. Es decir, un 55 por ciento más, con una población que en ese lapso ni cerca estuvo de incrementarse en ese porcentaje. De hecho, en la comparación entre los censos de 2001 y 2010, Chubut tuvo un crecimiento del 23,2 por ciento en su población. El número ubicó a la provincia entre las que más crecieron en el período intercensal, pero ni cerca estuvo ese crecimiento del incremento de la cantidad de empleados públicos.
Esta incorporación de empleados públicos hizo incluso perder una buena oportunidad de que esa masa laboral pudiera ser absorbida por el sector privado, ya que ese período de 8 años se caracterizó por un fuerte crecimiento económico a nivel nacional que se reflejó en el aumento de las fuentes de empleo privadas y también en la profusa obra pública que, de la mano del Gobierno Nacional, llegó a Chubut.
De hecho, en los archivos de la gestión Das Neves no se encuentran muchos rastros de una generación de empleo seria a nivel local y tampoco de una diversificación de la producción que haga que el Estado no se vea comprometido por tanto crecimiento del empleo público. La gestión Das Neves se caracterizó por un cortoplacismo por el cual no se profundizó ninguna política pública seria que haga prever un futuro con más recursos.
Dos ejemplos bastan para ello: en primer lugar, el programa “De qué va a vivir mi pueblo”, ideado y presentado por el actual gobernador Buzzi cuando era ministro de la Producción, se quedó al poco tiempo sin fondos, ya que la gestión Das Neves, pese al contexto de bonanza nacional mencionado, priorizó otras cuestiones, antes que generar alternativas de futuro para la población, sobre todo del interior.
En segundo lugar Das Neves no se animó nunca a generar condiciones para otras actividades, como la minera, pese que buscó hacerlo, lo cual quedó evidenciado en más de uno de sus discursos de campaña durante la apertura de sesiones de la Legislatura, por caso el del año 2010. “En la provincia hay comarcas que paulatinamente se han ido degradando, víctimas de la desertificación. Recuperarlas implica un esfuerzo económico que es imposible de llevar a cabo sin utilizar sus recursos”, dijo Das Neves en aquella ocasión, como acordándose, siete años después de haber iniciado su Gobierno, de las poblaciones del interior. “Es indispensable establecer en la Meseta central políticas que aseguren la producción y el trabajo para asegurar el arraigo. Tenemos que desarrollar la explotación de los recursos mineros”.
Pese a que, apenas pasó de Gobernador a opositor, su discurso varió e incluso sus referentes políticos dijeron ser antimineros, Das Neves expresó de aquella manera una intención a la que, el tiempo lo evidencia, le faltó decisión y coraje para llevarla adelante.
Así las cosas, Das Neves prefirió seguir apostando al petróleo, pero con un solo contrato de concesión -muy polémico y sospechado por cierto, como el firmado con PAE- renovado en ocho años, sin la generación de un marco regulatorio serio, para el que hubo que esperar a la actual gestión para tenerlo y renovar en poco tiempo varios contratos petroleros, con mayores beneficios económicos y con mayor previsibilidad para las empresas que operan en el sector, en Chubut.
Quizás el “Modelo Chubut” del que tanto se habló pasó por generar empleos desde el Estado, sin una idea clara de futuro. Esa parece ser la propuesta todavía vigente del caudillo de Trelew. Propuesta reflejada claramente en la gestión de Ricardo Sastre, de Puerto Madryn, uno de los intendentes dasnevistas integrantes de la que también Jornada llamó “liga de intendentes discriminados”, y que en sus distintas intervenciones públicas no explicó aún el incremento del 50 por ciento de la planta de personal municipal, en menos de tres años. Ahí, más que en las quejas contra el Gobierno Provincial, se encuentre la raíz de sus problemas por los cuales a la fecha aún no ha podido pagar los sueldos a los municipales.