El desempleo sube en ascensor y la ayuda baja por escalera

En la Patagonia ya hay al menos 23 mil desocupados y otros 50 mil tienen problemas de empleo porque trabajan menos de lo que quisieran. No son datos de un estudio privado, ni de la…

domingo 18/06/2017 - 19:19
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En la Patagonia ya hay al menos 23 mil desocupados y otros 50 mil tienen problemas de empleo porque trabajan menos de lo que quisieran. No son datos de un estudio privado, ni de la oposición. Son las cifras oficiales divulgadas el miércoles por el propio Gobierno Nacional, que no hizo más que confirmar el alza de la tasa de desempleo a nivel país (de 7,6% a 9,2% entre el cuarto trimestre del año pasado y el primero de 2017) y ratificó la difícil situación laboral a la que se están enfrentando los trabajadores patagónicos desde que Mauricio Macri y la alianza Cambiemos tomaron el poder de la Argentina hace veinte meses.

Y no se trata de un tema “estacional”, como quisieron salir a instalar funcionarios del Gobierno nacional y la nueva generación de “periodistas militantes”, sino el resultado de una política económica de exclusión. Lisa y llanamente.

En caída libre

En ese marco de degradación laboral a la que se está sometiendo a los patagónicos, los dos grandes aglomerados urbanos y motores económicos de la provincia del Chubut, Comodoro Rivadavia y el Valle, volvieron a mostrar tasas de actividad y desempleo muy preocupantes.

Según el INDEC, en el área de Comodoro y Rada Tilly ya hay al menos unas 5 mil personas desempleadas, y otras 11 mil tienen dificultades laborales. Este último grupo está integrado por al menos 8 mil personas a los que se considera “ocupados demandantes”. Es decir, trabajadores que todavía tienen un empleo pero que buscan activamente otra ocupación porque no les alcanza el dinero. Más otros 3 mil “subocupados”, que incluye a los que tienen un empleo de pocas horas y buscan activamente otra ocupación, y a los que por algún motivo no lo buscan.

En el Valle no es muy distinta la situación: hay también al menos 5 mil personas en condiciones de trabajar que no tienen ningún empleo y 13 mil con dificultades, que incluye a 8 mil “ocupados demandantes” y a 5 mil “subocupados”.

Es decir que sólo en los dos centros urbanos más importantes de Chubut, hay 10 mil desocupados y 24 mil personas con serios problemas de empleo. Así de dramático.

Récord

Los datos sobre el nivel desempleo en la zona de Trelew y Rawson sumaron en esta última medición varios elementos distintivos que agravan aún más el panorama: la tasa de 8,2% registrada en el primer trimestre de este año es la más alta de los últimos ocho años. Desde el tercer trimestre del año 2009, cuando se registró 8,4% de desocupación en la zona del Valle, no había un nivel tan alto.

Y esta vez, además, el aglomerado urbano Trelew-Rawson ingresó en el preocupante lote de regiones con mayor cantidad de desempleados de la Argentina. Más precisamente, entre los siete lugares con mayor desempleo del país debajo del Gran Catamarca (10,8%); Mar del Plata (10,4%); Gran Rosario (10,3%); Gran Córdoba (9,6%); Río Cuarto (9.1%); y Santa Rosa-Toay (8,6%).

La tasa de Trelew-Rawson también es, por primera vez en mucho tiempo, la más alta de la Patagonia. La única que se le acerca es Ushuaia (Tierra del Fuego), que tiene 7,7%. El resto está muy por debajo: Comodoro-Rada Tilly, 5,3%; Neuquén-Plottier, 5%; Río Gallegos 3,3%; y Viedma-Carmen de Patagones con 1,1%, que además es el lugar con menos desempleados de la Argentina.

Desolador es poco

El 9,2% de desempleo que se registró en el primer trimestre del año se convirtió en el registro más elevado en una década para ese momento del año. Esta situación del mercado del trabajo colisiona de bruces con el diagnóstico de reactivación laboral que el Gobierno nacional viene promocionando desde enero.

Las cifras del INDEC dan cuenta de la existencia de 1.149.000 personas sin empleo en toda la Argentina. Cuando ese dato se proyecta a la totalidad de la población urbana, la cantidad de desocupados asciende hasta 1.600.000 individuos.

Pero no sólo eso: la tasa de empleo, es decir la cantidad de ocupados en relación a la población total encuestada, fue del 41,3%, la más baja desde 2006. Por esta y otras cosas, resultan insólitas las declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca hijo: “Los datos de la desocupación son los mismos que vienen hace mucho tiempo, están siempre oscilando entre el 7 y el 9 por ciento, y esto no es una novedad”, consideró. Su capacidad como ministro todavía está en duda. Pero como analista del mercado de trabajo, un papelón.

Después del pico de desocupación del 25% en 2003, la tasa cayó sostenidamente hasta 2009, durante toda la presidencia de Néstor Kirchner y la primera mitad del primer mandato de Cristina Fernández.

Desde aquel año, con la actividad económica resentida por los coletazos de la crisis internacional y un menor dinamismo interno, el impacto sobre el mercado laboral estuvo amortiguado durante el segundo mandato de CFK con la intervención directa del Estado, evitando despidos y estimulando la demanda interna. Por ahora, ninguna de esas dos herramientas utilizadas por el kirchnerismo ha sido tenida en cuenta por Macri y su equipo de CEO’s.

Por el contrario, la estrategia del Gobierno de la alianza Cambiemos viene siendo tratar de estimular la generación de empleo mediante la reducción de los costos laborales. Como ocurrió en los años 90 y todos sabemos cómo terminó. El empleo y el país.

 

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