Caso Maldonado: Mensajes que dicen mucho

De reconocer en los primeros días que “hay un desaparecido”, los gendarmes pasaron a hablar luego de la RAM y que “los K quieren ensuciar al Gobierno”. Así surge del cotejo de los intercambios de…

domingo 24/09/2017 - 13:18
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De reconocer en los primeros días que “hay un desaparecido”, los gendarmes pasaron a hablar luego de la RAM y que “los K quieren ensuciar al Gobierno”. Así surge del cotejo de los intercambios de WhatsApp que figuran en el expediente judicial.

Según publica el diario Página 12, las primeras horas posteriores a cualquier situación compleja, como la represión y la desaparición forzada de personas, son claves por las pruebas y pistas frescas que puedan levantarse sobre los hechos y porque la información que circula al respecto aparece desorganizada y genuina. En el caso de Santiago Maldonado se suma que en ese momento el Gobierno no había comenzado aún a entorpecer y desviar la investigación.

En el relato que realizan los propios gendarmes que participaron de la represión del 1º de agosto hay un quiebre en sus relatos que coinciden con la intromisión de Daniel Barberis, responsable del área de violencia institucional del Ministerio de Seguridad y el inicio de la injerencia dentro del expediente de Gonzalo Cané, Secretario Coordinador con los Poderes Judiciales.

Página/12 analizó el informe de los teléfonos celulares de varios gendarmes –Fabián Méndez, Pablo Escola, Daniel Gómez, Carmen Saldaño, entre otros– elaborado por la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía Federal (PFA) e incorporado dentro del expediente hace diez días. En ese informe pueden verse esos quiebres, que puestos en su contexto adecuado podría permitirle a las querellas encarar nuevas preguntas y solicitar medidas de prueba sobre los hechos sucedidos el primero de agosto.

“Hay un desaparecido”, escribió en un mensaje de WhatsApp la uniformada Carmen Saldaño. El día anterior a la represión ella formó parte de la patrulla que estuvo sobre la Ruta Nacional 40 junto a Emmanuel Echazú, Daniel Gómez y Coronel González. El mensaje fue enviado a un celular con característica 3442, que es la correspondiente a Entre Ríos, agendado a nombre de Martín. Saldaño envió el mensaje el 4 de agosto a las 10.40. Según el informe entregado por la PFA, no se conoce el hilo de la conversación.

El 5 de agosto, la gendarme envió un mensaje a un celular con característica 3875, de Tartagal, donde informaba que los vehículos de su escuadrón serían peritados por “el supuesto desaparecido”. El 6 de agosto, Saldaño recibió tres mensajes de otro usuario -agendado como Vivi-, con los siguientes textos: “Che qué quilombo con lo del desaparecido”; “las noticias dicen sus versiones”; “sabés verdad que desapareció”. El informe oficial de la PFA no envió las respuestas a dichos mensajes, si es que los hubo.

Los lectores podrán inferir que no había demasiadas intenciones de Saldaño de explayarse en el tema. Aquí es donde entra a jugar el quiebre en el discurso de los uniformados, en consonancia con la bajada de línea efectuada por Barberis a partir del 8 de agosto, tal como publicó PáginaI12 en su edición del 23 de septiembre.

El 11 de agosto, los mensajes de Saldaño con sus camaradas cambiaron de tenor, fueron más enfáticos y a tono con la versión del Gobierno nacional.

“¿Pety es tu escuadrón?”, fue el mensaje que le enviaron a la uniformada desde un usuario agendado como “cordobesa”. Antes, la misma persona le había mandado una nota de TN sobre los cabellos y una soga con sangre encontrados en uno de los Escuadrones de Gendarmería.

“Sí en mi escuadrón”, respondió Saldaño y siguió: “Pero no había nada”; “todo dio negativo”, “es todo blasfemia”; “porque yo estaba presente”; “estamos cerca de las elecciones”; “los K quieren ensuciar al Gobierno”.

Saldaño pasó de decir “hay un desaparecido” a “los K quieren ensuciar” con una diferencia de días. Son los días en que el Gobierno empezó a incidir en la investigación.

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