Jugó un gran primer tiempo y más allá de los seis minutos de susto por los inesperados descuentos de Licha López, pasó por arriba a la Academia con un 4-2 tremendo. Tuvo momentos de muy buen fútbol y quedó segundo a dos unidades de Estudiantes, que enredó puntos recibiendo a Talleres (0-0). El Xeneize el domingo que viene visita a River.
Fiesta en la Bombonera, en la calurosa Bombonera. Fiesta con susto, increíble, porque hubo seis minutos de zozobra absolutamente inesperados. Fueron dos goles de diferencia, mucho menos de lo que realmente pasó en la cancha. Ahí, en el verde césped, Boca pasó por encima a un Racing desaparecido, que en el primer tiempo no jugó el partido y que en el segundo renació por una genialidad de Licha López, sin nada de juego colectivo.
Fue la mejor versión del Boca de Guillermo, sin dudas, en un momento importante: logrando su segundo clásico seguido y a una semana de ir a Núñez, nada menos. Y quedó a dos puntos de Estudiantes, de yapa. En una tarde muy positiva más allá del temblor que generó el 2-3 de López después de una ingenuidad de Sara (si se da rebote, que sea hacia los costados). Porque con un Gago otra vez inspiradísimo en su segundo partido seguido de titular luego de la lesión, Tevez estuvo encendido y más el Bou chico, con dos goles y algún otro que pudo ser.
Boca pasó por arriba a Racing con fútbol. Con tenencia de pelota, apertura de cancha, paciencia para encontrar el momento, intensidad para marcar, concentración a pleno y profundidad cuando lo fue necesario. Fútbol del que gusta, a puro toque. Se puso 3-0 y parecía que se venían más, pintaba para goleada histórica, pero los descuentos le hicieron poner un poco el pie en el freno; y más cuando el 2-3 llegó después de un gol increíble que se perdió Tevez. Tanto que el DT terminó jugando con un medio como Sebastián Pérez-Gago-Barrios y Bentancur, para evitar sorpresas.
Lo de Racing fue tan bajo que ni cerca estuvo del 3-3, más allá de que tuvo un Dios a su lado. Boca lo pisó por momentos, lo redujo, le clavó cuatro y pudieron ser seis o siete. Una tarde Monumental justo antes del partido que todos esperan.
