“Para ser campeón, hoy hay que ganar” cantó la gente, lo dijo Riquelme, y el Xeneize escuchó: venció a la Lepra con gol de Benedetto y dejó atrás la derrota en el clásico. No le sobró nada, pero mantendrá su distancia con el resto. Partidazo de Barrios.
“Si Boca le gana a Newell’s, es campeón”, declaró Juan Román Riquelme, quien alzó la voz luego de la derrota en el clásico. “Para ser campeón, hoy hay que ganar”, gritó la hinchada xeneize desde el minuto cero. El equipo, que llegaba golpeado, no hizo oídos sordos y superó los rosarinos en un encuentro clave por el torneo. Fue un justo 1-0 con gol de Darío Benedetto, y no mucho más. Wilmar Barrios, que volvió al 11 titular, fue lo mejor de la cancha.
El grito de la gente retumbó en La Bombonera y fue escuchado por el equipo, que de entrada se paró en el campo rival, con un dibujo que arrancó 4-4-2 pero rápidamente mutó a 4-2-3-1, con Pérez de volante bien ofensivo, Pavón por un lateral y Jara por el otro. Gago y Barrios, en un tándem efectivo. Pero la inseguridad de la última línea no cambió. Un centro de Formica se le escapó a Rossi y paró corazones. Sin embargo, antes del descanso llegó el golazo de Benedetto: encaró Barrios, buscó al 9 y éste definió de media vuelta, desde afuera del área. Vale media vuelta olímpica.
¿Newell’s Old Boys? Poco, casi nada. Maxi Rodríguez tuvo dos chances, una en cada tiempo, pero no las capitalizó. Y terminó con uno menos por la roja a Mansilla. Guillermo tuvo que reemplazar lesionados (out Benedetto, Peruzzi e Insaurralde) y sufrió porque Pavón y Benítez se perdieron una mano a mano cada uno. “La que está en las buenas y en las malas”, siguió cantando la gente, que copó la cancha luego de la derrota con River. Sabía que el partido post clásico era clave. Por eso, el grito y el puño de Barros Schelotto con el pitazo final. Por eso, para ser campeón, había que ganar.
Boca llegó a 52 puntos y le sacó seis a San Lorenzo (el domingo recibe a Aldosivi) y siete a River (dos partidos menos), Newell´s y Banfield.
